El socialista señala que “no cuadra”. Pide al PP que “deje de mirar para otro lado” e invita a Imbroda a salir de su despacho. El diputado del Grupo Socialista en la Asamblea Amin Azmani pidió al Ejecutivo del PP que diga cuánto dinero se gasta el Gobierno de Imbroda en la limpieza de las calles “porque algo no encaja: mucho dinero y mucha suciedad al mismo tiempo”.
El socialista, que ofreció de nuevo la rueda de prensa en el barrio de El Real –el pasado día 16 de febrero pedía en el mismo lugar, haciéndose eco de las demandas de los vecinos, más contenedores y papeleras–, solicitó “más personal, más planificación y más coordinación”, ante la gran suciedad que se ve en las calles melillenses.
Azmani recordó que el “chispeante –según dijo– viceconsejero de Protección del Medio Ambiente”, Guillermo Merino, respondió “con actitud agresiva, mofándose de nuestra denuncia y negando que hubiese pocas papeleras”. Sin embargo, a pesar de negarlo “con tanta determinación ha tardado poco más de mes y medio en colocar 35 nuevos contenedores grandes para residuos orgánicos y otros tantos para papel y vidrio”.
Al respecto, el socialista informó de que estos contenedores no habían sido comprados por la empresa contratada encargada de la limpieza, sino directamente por la Consejería de Medio Ambiente. Y, “con la rapidez con la que lo han hecho, en vez de adquirir los nuevos contenedores metálicos, han comprado los de plástico, que son más sucios e inestables”.
Precio de los contenedores
Tal y como recalcó Azmani, “nunca es tarde si la dicha es buena”, pero el problema estriba en que “con tanta prisa nos está costando miles de euros a los melillenses”, habida cuenta de que el coste total de los nuevos contenedores asciende a 30.000 euros.
De hecho, en palabras del socialista, que se hayan puesto estos contenedores desde que el PSOE denunció la suciedad puede responder a dos cosas: “o bien Imbroda se ha dado cuenta ahora de que tiene que resolver los verdaderos problemas de los melillenses o que vienen unas elecciones y tienen que aparentar buena gestión”.
Tanto una como otra “son una irresponsabilidad tremenda y se llama intentar engañar a los melillenses”, recalcó. Pues, según argumentó, en dos meses “están levantando las calles de Melilla, asfaltando carreteras como nunca, inaugurando y reinaugurando edificios como locos y hasta están presentando maquetas de proyectos futuros que llevan años anunciando y que se supone que deberían estar ya construidos”.
Sin embargo, según el representante del Grupo Municipal del PSOE, los melillenses “saben todo” y “por mucho alquitrán y cemento que echen en nuestras calles no van a tapar lo que es un clamor del pueblo”, que no es otro que el deseo de cambio. “Melilla pide cambio porque merece otra forma de gobernar, otra forma de hacer las cosas, sin prisas de última hora y sin tirar el dinero de todos”, razonó.
Barrios abandonados
“¿Ustedes contratarían a alguien que les limpiara perfectamente el salón de la casa, dejándolo como una patena y, sin embargo, dejara sucias el resto de las habitaciones?”, el socialista formulaba esta pregunta, haciendo una metáfora entre el hogar y nuestra ciudad, “dado que el ayuntamiento sí lo está haciendo”, según expuso.
“El centro de Melilla está impecable, mientras el resto de la ciudad da vergüenza”, denunció. “A esto me refiero cuando pedimos planificación, coordinación y más personal”, apuntilló, pero aclaró que el Gobierno del PP “mira hacia otro lado y ya no sólo atiende las demandas de limpiar bien las calles de Melilla, sino que niega que exista suciedad”.
Azmani invitó a Imbroda y a Merino a salir de sus despachos y visiten las calles de barrios como El Real, Hipódromo, Cabrerizas, las 400 viviendas, Las Palmeras, el Tiro Nacional, Mayorazgo, La Victoria, Carretera Hidúm o Reina Regente y “verán cómo Melilla les pide a gritos que se coordine y planifique mejor la limpieza y pongan más papeleras, más contenedores y más profesionales”.