En la mañana de ayer se autorizó que otros diez varones subsaharianos llegados a Melilla fuesen encerrados en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). Así lo afirmaron varias fuentes solventes a El Faro, siendo posteriormente confirmado por la Delegación del Gobierno. Hasta que pasaron a disposición judicial, permanecieron retenidos en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía, donde estuvieron desde el miércoles por la mañana. Según aseguraron varios de los letrados de oficio que ayer representaron a cinco de los migrantes, la juez dictó el encierro pese a que hicieron constar que querían pedir asilo. No sólo lo manifestaron verbalmente, como queda reflejado en la declaración.
Según pudo saber El Faro, seis de los subsaharianos también exhibieron ante la funcionaria del juzgado de guardia el anuncio de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) que plasma en un documento la intención de pedir protección internacional.
“Esto tendría que haber sido suficiente para detener el internamiento y que se les dejase regresar al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI)”, subrayó uno de los abogados.
Según consideraron, de llevarse a cabo el encierro en el CIE, serían internados “irregularmente”. Además, lamentaron que la juez ni siquiera llegó a ver a los migrantes, que pasaron en grupo a disposición judicial en vez de hacerlo de manera individual.
No se acreditó la solicitud
Por el contrario, fuentes judiciales solventes aseguraron a El Faro que aunque los migrantes señalaron que habían firmado la solicitud de asilo, no acreditaron que hubieran presentado la petición de protección internacional ni tampoco su admisión a trámite, motivo por el que la juez dictó el encierro.
Al cierre de esta edición, la autorización de privación de libertad todavía no se había notificado a los letrados en un auto debido a un fallo en la plataforma informática, según pudo saber El Faro. Sin embargo, fuentes del juzgado confirmaron que este auto sí se entregó a los diez subsaharianos y a la Policía. Los migrantes regresaron del juzgado a comisaría, donde pasaron la noche de nuevo retenidos. A mediodía del viernes continuaban en dependencias policiales, a la espera del traslado al CIE.
Los diez varones llegaron a Melilla el pasado día 10 tras ser rescatadas por Salvamento Marítimo en alta mar. Otras diez personas de origen subsahariano que viajaban en la misma patera fueron trasladadas al CIE de Aluche (Madrid) el miércoles por la tarde, junto a las 14 mujeres que arribaron el mismo día a las islas Chafarinas.
Fue el martes cuando la juez autorizó la privación de libertad de estas otras 24 personas.
Designación de un abogado
Por otro lado, entidades sociales trasladaron a El Faro la “sospecha” de que no se ha permitido a varios de migrantes designar un letrado, siendo directamente asistidos por los abogados del turno de oficio de nuestra ciudad. Según apuntaron, creían que eso podría haber ocurrido con seis de las personas que ayer pasaron a disposición judicial.
Esta misma sospecha se hace extensiva a los ocho varones subsaharianos que el martes fueron expulsados a Marruecos a través de las islas Chafarinas, donde quedaron a disposición de las autoridades marroquíes. Desde las asociaciones insistieron en “la gravedad” de que no se les hubiera permitido designar un letrado que los asista, como creen que ocurrió.