El director provincial de Educación, Juan Ángel Berbel, aseguró a El Faro que las aulas modulares del cuartel de Santiago no van a poder abrir el primer día de clase a los alumnos. Espera que todo esté listo antes de empiece el mes de noviembre.
Berbel recordó que el 31 de julio vino la interventora de Ceuta a Melilla, a falta de este profesional en la ciudad, y como no encontró ninguna pega para recepcionar la obra, junto con el delegado de Hacienda de Ciudad, se firmó la finalización de este proyecto. Pero aún tiene que dar su visto bueno la Consejería de Fomento para facilitar las licencias de primera ocupación y otros permisos.
El viernes el director general de Urbanismo visitó estas instalaciones y, según comentó a Berbel, estaba todo bien en temas de infraestructuras, aunque añadió que quedan flecos pendientes en la recepción de documentación. Ésta se solicitará a Tragsa y se puede aportar por parte de esta empresa a la Ciudad de forma fácil.
El director provincial de Educación señaló que, cuando se reciba la licencia de primera ocupación, también habrá que demandar la licencia de apertura a Medio Ambiente. Para ello, hay una persona encargada de que esté todo listo en cuanto a luz, telecomunicaciones y seguridad.
Inicio de curso en el CPR
En este sentido, Medio Ambiente tiene que comprobar, según los técnicos, las placas solares de los techos y, además, medir la contaminación de partículas de aire. Esto se debe a que al demoler el acuartelamiento de Gabriel de Morales, se ha retirado amianto y es preciso hacer mediciones. “En principio no debería haber contaminación, pero es algo que se tiene que hacer de oficio”, añadió.
Estos temas aún pendientes y la llegada esta semana de festivos para muchos ciudadanos que aprovechan la fiesta del Aid El Kebir para descansar, así como la siguiente y la primera de septiembre que es Feria, hacen pensar a Berbel que no se podrán abrir las aulas modulares el 11 de septiembre, es decir, el primer día de clase.
“Probablemente en octubre estemos ya en las aulas modulares. No creo que sea necesario esperar a noviembre”, afirmó.
El director provincial señaló que se buscará un espacio alternativo para los alumnos de 3 años que iban a comenzar el curso en estas aulas y será en el Centro de Profesores y Recursos (CPR), donde ya el pasado año se albergó a otro grupo de alumnos por no estar construidas las clases modulares.
Berbel afirmó que si la documentación se facilita lo antes posible a Fomento y Medio Ambiente también puede acelerar los trámites se podrán abrir las puertas de las aulas modulares en octubre.
En cuanto a las familias, no será hasta que se inicien los trámites con Medio Ambiente cuanto se les convoque a una reunión, es decir, una vez que se tengan los enganches de luz y de telecomunicaciones. Aseveró que las instalaciones van a sorprender a muchos.
“La idea preconcebida que yo tenía de los primeros barracones no tiene nada que ver con la actualidad de las aulas”, aseveró el director provincial que indicó que aunque está dentro de un cuartel no hay esa sensación cuando se entra y se está en las aulas. Comentó que las clases están aisladas de la zona más militar, tiene árboles y una zona ajardinada.
“Creo que los padres cuando vean las aulas cambiarán la idea preconcebida de las clases modulares”, afirmó añadiendo que es un espacio muy tranquilo.
Para finales de año se podría iniciar el colegio
En cuanto a la obra del futuro colegio que irá en los terrenos de Gabriel de Morales, Berbel comentó que ya se han retirado los elementos que tenían amianto. Ahora las obra se centrarán en la urbanización de la zona. Es preciso que Fomento acote el área del colegio para que se puedan iniciar las obras del colegio. Esto se podría alargar hasta finales de año. En este sentido, el director provincial de Educación recordó que es un colegio muy grande y que se puede tardar unos cuatro años en finalizar. Sería el tercer centro más grande de la ciudad de Infantil y Primaria. Añadió que el objetivo es llevar a estas instalaciones a los alumnos de las seis aulas de la Casa de la Juventud y a los estudiantes de las clases modulares del cuartel de Santiago (que actualmente son cuatro, pero se incrementarán hasta doce en estos años).