Esperan que con la legalización de las ‘devoluciones en caliente’ dejen de estar en el ‘punto de mira’
El 2014 ha sido un año complicado en materia de inmigración en Melilla. El número de entradas de inmigrantes irregulares se ha duplicado respecto al 2013. La cifra de subsaharianos que esperaban al otro lado de la valla para intentar saltarla se ha incrementado de forma importante y las medidas de seguridad en la alambrada se han intensificado, lo que ha obligado a los inmigrantes a buscar nuevos métodos para treparla. Los agentes de la Guardia Civil han 'sufrido' de forma directa las consecuencias de este repunte de la inmigración, casi sin precedentes. Desde la AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles) aseguraron ayer en declaraciones a El Faro que una de las consecuencias de este aumento de las entradas han sido las agresiones. Recalcaron que los ataques a los agentes han sido más numeroso y más violentos que en años anteriores. Además, lamentaron que los subsaharianos que han agredido a los guardias civiles han quedado impunes porque prima la devolución a Marruecos de estas personas, una denuncia que desde la AUGC llevan haciendo desde hace meses.
La Delegación del Gobierno apuntaba la semana pasada, coincidiendo con la última agresión a un agente en la valla, que en lo que va de año han sido 39 los agentes que han resultado heridos mientras realizaban labores de contención en la alambrada. La AUGC coincidía ayer en que los subsaharianos son ahora más violentos. Aunque también hay que señalar en este punto que desde las ONGs se ha insistido a lo largo del año en que la intervención de los agentes también ha sido cada vez más contundente y en que son muchos más los subsaharianos heridos, que los agentes agredidos.
Agentes ‘desprotegidos’
En cualquier caso, desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles insisten en que se sienten desprotegidos, porque cuando un inmigrante agrede a un agente, como ocurrió el pasado día 19 cuando un subsahariano golpeó en la cara a un guardia civil con un garfio durante un forcejeo y el inmigrante fue devuelto a Marruecos, sin que pudiera ser detenido por la agresión.
Otro de los puntos importantes para la Benemérita en este ejercicio es sin duda el inicio de los trámites para la legalización de las 'devoluciones en caliente'. Desde la AUGC recordaron ayer que la asociación llevaba mucho tiempo pidiendo un protocolo de actuación para la valla. A su juicio el hecho de que se haya introducido una enmienda a la Ley de Seguridad Ciudadana para dar cobertura legal a los 'rechazos' en frontera significa que ellos tenían razón cuando pedían que se especificara cómo debían actuar en su labor de contención en la valla. Los responsables de la Asociación Unificada de Guardias Civiles confían en que si esta modificación sale adelante los agentes de la Benemérita dejen de estar en el punto de mira de las críticas. “Nosotros no entramos a valorar si la legalización de las devoluciones en caliente cumplen o no la normativa europea. Sólo sabemos que una vez que si el Gobierno las permite, será al Ejecutivo al que tendrán que pedirle explicaciones, no a los guardias civiles que trabajan en la frontera”, señalaron.
En cuanto a la necesidad de ampliar la plantilla de la Benemérita en nuestra ciudad, desde la AUGC recalcan que hacen falta al menos un centenar de agentes. Teniendo en cuenta el incremento de entradas de inmigrantes tanto a través de la valla como en los puestos fronterizos, indican que es imprescindible contar con más efectivos. Además, aseguran que es necesario que el aumento sea en la plantilla fija, no con refuerzos de Grupos de Reserva que están 20 días en la ciudad y luego se marchan, como está ocurriendo hasta ahora.
El trabajo de los agentes en el Puerto, en relación al control de los menores extranjeros no acompañados (menas) es otro asunto que preocupa a la AUGC. Recalcan que es imprescindible que se adopten medidas cuanto antes, porque los guardias civiles que se encargan de patrullar esta zona de la ciudad no pueden asumir todo el trabajo que supone la ida y venida de menas. Además, señalan que existe un gran riesgo para los propios menores.
Lamentan la falta de material y el mal estado de algunas garitas
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) aseguró ayer en declaraciones a El Faro que a pesar de que han recibido nuevo material durante el 2014, los agentes que trabajan en la valla y en la frontera apenas lo han visto. “Se han renovado los vehículos, pero los coches que patrullan en el perímetro siguen siendo los mismos”, lamentaron. Asimismo, criticaron la situación de las garitas donde los agentes realizan la vigilancia. Algunas carecen de electricidad y luz. Además, indicaron que en otras de las cabinas se han instalado nuevas cámaras de seguridad, de dimensiones mayores, que dejan aún menos espacio a los agentes. En cuanto a las obras realizadas en el puesto fronterizo de Beni Enzar, la AUGC lamenta que los puestos de los guardias civiles no se hayan renovado. y señala que sienten que siempre son el último eslabón de la cadena. Como punto positivo de este ejercicio, aunque a nivel nacional, la Asociación celebra el reconocimiento de los 'índices correctores' para los agentes que trabajan en turnos de noche. Esta medida, señalan, servirá para equiparar las horas a las de los policías nacionales, lo que supone un gran avance en los derechos laborales de los agentes de la Benemérita.