La Audiencia Nacional juzga desde el lunes a 4 presuntos integrantes de una red de captación para el Dáesh (dos de ellos, melillenses), desarticulada en 2015 y que se dirigía a hombres y mujeres residentes en España para propiciar su incorporación al Estado Islámico, así como para animar a cometer atentados en suelo español.
La Fiscalía pide 10 años de cárcel por integración en organización terrorista para los dos principales acusados, los hermanos melillenses Belaid e Ismael Mohand Al Lal, siendo el primero el presunto líder de la red. Para los otros dos acusados la petición de penas es de 9 años de cárcel por captación y adoctrinamiento yihadista.
Belaid ya ha sido condenado por la Audiencia Nacional a tres años y medio de cárcel por un delito de desórdenes públicos agravados por los graves insultos que profirió en 2017 a agentes de la Guardia Civil durante una operación antiyihadista en Melilla.
Ahora volverá a sentarse en el banquillo para responder por su presunta labor de colaboración en la labor propagandística de Dáesh, consistente en difundir material del Estado Islámico editado y traducido al español.
El material que, según el fiscal, distribuía en redes sociales, "era de peligrosidad extrema puesto que, además de ser idóneo para captar y adoctrinar", también lo era "como elemento inspirador para cometer atentados terroristas en suelo nacional".
En el perfil de Facebook que manejaba, "Muyahidines los guerreros de Allah", llegó a insertar en repetidas ocasiones un texto en castellano correspondiente a la fatwa del "Acto de martirio", que legitima las acciones de terrorismo suicida en países occidentales.
Hasta su detención dirigió además la captación y adoctrinamiento de mujeres (incluyendo menores) para generar el estado de voluntad necesario "para que sintiesen la necesidad de incorporarse al Estado Islámico".
"Una de las actividades más importantes de colaboración del procesado con los fines y necesidades del Dáesh consistió en aplicar los manuales de la organización, para el diseño de una estrategia específica dirigida a la captación de mujeres, bien musulmanas de primera o segunda generación, bien conversas, residentes todas ellas en nuestro país", destaca el fiscal.
"Para soslayar las suspicacias que la acción de un varón generaría entre jóvenes mujeres musulmanas", Belaid, "no dudo en utilizar los perfiles de redes sociales de su pareja sentimental, la menor Dunia", a la que él había captado previamente.
Dunia, víctima de esta red, fue detenida con 17 años y tras permanecer cerca de un año en un centro de menores, llegó a un acuerdo con Fiscalía y fue condenada a dos años de libertad vigilada tras mostrar su arrepentimiento y asegurar que se sentía en deuda con la sociedad.
La radicalidad de Belaid era tal, dice el fiscal, que manifestó en numerosas ocasiones su deseo de hacer la yihad, "haciendo partícipe de este deseo a su hermano", quien acabó compartiendo esa misma intención "tras el consumo indiscriminado de material audiovisual" que el otro le proporcionaba.
Así ambos procesados, a comienzos de 2015, entraron en contacto con Mohamed Aoudi, acusado en Marruecos de preparar y perpetrar actos de terrorismo y que en esas fechas logró introducirse ilegalmente en España.
Una vez en Melilla contactó con los dos hermanos, que le auxiliaron a él y a otros sujetos, buscándoles un cobijo con el propósito de eludir a las autoridades.
Les llevaron a un lugar alejado y que había sido el punto de reunión de otra importante célula de captación desarticulada en 2014. El líder de esa red era Mustafa Al Lal Mohamed, responsable de la mezquita Assalam, a la que Belaid acudía asiduamente.
El tercer acusado es Hamid Belkhaddar, quien, según el fiscal, sirvió de "inspirador, vector y de fuente de difusión del ideario de Dáesh para otros sujetos en territorios alejados de Melilla", mientras que el cuarto es Hassan El Meskinny, quien residía en Sant Feliu de Guíxols (Girona), y que presuntamente "realizó una intensa actividad de seguimiento de contenidos yihadistas".
Ello le llevó a tal grado de compromiso con los postulados del Estado Islámico que los acabó justificando en una entrevista emitida en TV3, en la que aparecía con el rostro oculto y la voz distorsionada por temor a ser detenido.
En internet hizo también búsquedas significativas: información para la adquisición de un fusil de asalto Kalashnikov AK-47 en el mercado negro belga; una visita a la web de una armería de Girona, o al contenido de la empresa de explosivos MAXAM, "visionando información sobre artefactos explosivos improvisados y desactivación de explosivos, municiones y pirotecnia".
Cinco detenidos por yihadismo en Melilla en 2015
De los 75 detenidos en 36 operaciones policiales el año pasado por supuesta vinculación con el yihadismo, cinco son de Melilla, según recoge el ‘Balance del terrorismo en España 2015’, un informe de la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, que publica el Ministerio del Interior.
Ese año la mayor parte de los arrestos llevados a cabo por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en nuestro país se realizaron en 2015 en Cataluña, donde se registró más de la mitad del total (39), seguida de Ceuta (7) y Madrid (6). En cuarto puesto está Melilla (5). El resto de detenciones (18) se distribuyen entre otras ocho autonomías.
Entran en las operaciones desarrollada Melilla, los dos detenidos en el ‘caso Jardín Beni’ el 24 de febrero del año pasado. Es una operación que llevó a cabo la Guardia Civil en la ciudad, conjuntamente con un arresto en Sant Vicenç del Horts (Barcelona) y otro en San Feliu de Guíxols (Gerona). Los cuatro están acusados de vinculación al yihadismo y serán juzgados este lunes en la Audiencia Nacional.
Los otros tres detenidos en Melilla, que sumarían los cinco que aparecen en las estadísticas de Interior, son la pareja melillense formada por el marroquí Ahmed Debza y la española Nadia Ataich Fernández. Los dos fueron interceptados junto a su hijo de 14 meses por las autoridades turcas el 18 de abril de 2015. Supuestamente habían viajado a Siria seis meses antes para incorporarse a la organización Estado Islámico.
Que los fundan, 10 años es nada. Yo los pasaba por la mandolina y a todo aquel que promulgue con ellos. Escrementos humanos y desechos sociales. Basura