Han pasado ya más de 75 días desde que los militares de las Fuerzas Armadas rotan para luchar contra los efectos producidos por la DANA en la provincia de Valencia.
Una “operación militar”, como la denomina Defensa, que se sabe cuándo comenzó pero que no tiene fecha de caducidad, ya que, como ha dicho más de una vez la ministra de Defensa, Margarita Robles, se estará “el tiempo que sea necesario”.
Por esto causa "perplejidad" a la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) que, aun sabiendo que puede ser una operación sin fecha de terminación, los militares destacados que se alojan en la base Jaime I de Bétera (Valencia) lo continúen haciendo en tiendas de campaña y durmiendo en literas de lona, lo que claramente no beneficia el descanso de estos hombres y mujeres que trabajan en turnos de cerca de doce horas diarias.
ATME cree que, aunque se podría poner de excusa que no hay suficientes edificios de alojamiento en las bases o acuartelamientos cercanos, se debe recordar que las Fuerzas Armadas tienen o pueden alquilar módulos de contenedores apilables de alojamiento, como los que existen en el Campo de Maniobras de San Gregorio (Zaragoza), que ofrecen mucha más protección y comodidad.
"¿Por qué no se hace?", se pregunta la asociación.