La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) abandonó el pleno extraordinario de retribuciones, presidido una vez más por la subsecretaria de Defensa, una vez que pudo comprobar que el Ministerio no anunciaba ninguna medida para la tan reivindicada actualización de las retribuciones militares.
El ministerio, según constaba en el orden del día, debía presentar la ejecución de las conclusiones del informe de la comisión de trabajo temporal sobre retribuciones, la cual finalizó en el año 2022, y la exposición del proyecto elaborado por el ministerio en materia retributiva de cara a los Presupuestos Generales del Estado de 2024; sin embargo, aludiendo a que los presupuestos habían decaído, manifestaron que no veían ninguna lógica de explicarlos, aunque manifestaban que “trabajar se ha trabajado y algo hay”. Se les insistió en varias ocasiones para que las asociaciones supieran en que línea habían trabajado, pero se mantuvieron en su negativa.
Asimismo, en referencia al incentivo de 100 euros mensuales que se estaba pagando a la mayor parte de los militares de tropa y marinería en activo, se informó que se continuaría percibiendo hasta junio inclusive, siendo su única motivación que el Ministerio de Hacienda así lo había dictaminado al dar la partida a Defensa.
Ante todo esto, "ATME sólo podía tomar la postura más lógica", una vez que, como ya se ha informado en otras ocasiones, no acude a los plenos ordinarios del Coperfas desde el año 2021, que abandonar el pleno extraordinario como muestra de protesta.
Los representantes de la asociación, antes de levantarse de la mesa, pusieron de manifiesto que el desfase de las retribuciones militares con respecto al resto de los sueldos de los servidores públicos estaba ocasionando que la profesión militar no fuera atractiva para los ciudadanos, lo que podría llevar a las Fuerzas Armadas a la misma situación que se vivió con la suspensión del servicio militar, donde de pronto se encontraron con unos cuarteles vacíos de soldados y marineros.
A estos problemas, continuaron, habría que añadir otros como la falta de un modelo de carrera estable para todas las escalas, unas medidas de conciliación familiar que muchas veces no se trasladan a la realidad de las unidades o la falta de una actualización de le ley de derechos y deberes del personal militar.
En unos tiempos convulsos para Europa, debido a la actual situación que se vive en el este del continente, donde importantes países han decidió incrementar sus Fuerzas Armadas y reintroducir el servicio militar, "en España sólo se observa que el Gobierno incrementa la compra y mantenimiento de material militar, pero se olvida de aquellos que deben jugarse la vida utilizándolos", lamentan.
"Es hora de que los políticos piensen verdaderamente en los militares y sus familias y dejen de pagarles simbólicamente con bonitas palabras o medallas honorificas", concluye el comunicado.
Palabras del presidente de ATME antes de abandonar el Pleno Extraordinario de Retribuciones
“Comprobamos, una vez más, como la presidenta del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas se encuentra ausente de estos plenos, incluso de este, solicitado por todas las asociaciones profesionales presentes en el mismo, y que afecta a todos los militares que componen su ministerio.
Esto solo podemos traducirlo en un menosprecio a este órgano y a sus representantes.
ATME lleva siendo muy clara en este tema desde hace años.
Las retribuciones militares están desfasadas y ello ocasiona que nuestra profesión no sea atractiva para los ciudadanos, como se puede ver en la bajada de opositores a las Fuerzas Armadas o en las múltiples bajas que se producen en los Centros de Formación, especialmente los de tropa y marinería, cuando verdaderamente conocen cuáles serán sus retribuciones y modelo de carrera profesional.
Con unos salarios netos que no llegan para muchos soldados y marineros a los 1.200 euros, muchas veces con cambio de residencia con los gastos suplementarios que ello conlleva, nos estamos encaminando a la situación que se produjo con la suspensión del servicio militar, unas unidades vacías de tropa y marineria.
Europa, donde pertenecemos, está viviendo tiempos compulsos ante la situación en el este de Europa, plantándose algunos países muy importantes incrementar sus fuerzas armadas e, incluso, volver a introducir el servicio militar obligatorio.
Mientras, en España, lo único que observamos es incrementos importantísimos en compra y mantenimiento de material militar, pero olvidando a aquellos que deben jugarse la vida utilizándolos. Y, en este punto, no podemos olvidarnos que desde el mes de diciembre hemos tenido que sepamos 3 fallecidos y 12 hospitalizados en actos de servicio.
Y este olvido no se da solamente en el tema retributivo, sino en la falta de un modelo de carrera estable para todas las escalas, en una conciliación familiar que verdaderamente pase de lo que se lee en el BOD a lo que se aplica en las unidades o, entre otras cuestiones, en una actualización de la ley de derechos y deberes que permita a los militares conocer sus derechos y obligaciones a través de la presencia de las asociaciones en las unidades.
Señora subsecretaria, es hora de que verdaderamente piensen en los militares y sus familias como personas y no como meros números, para conseguir una cosa muy importante: motivación.
No solamente nos merecemos bonitas palabras y, de vez en cuando, medallas honorificas al luchar en primera línea contra la pandemia, los incendios, las inundaciones, las nevadas o incluso defendiendo los intereses de España fuera de nuestras fronteras.
Necesitamos hechos que demuestren que nuestro trabajo es apreciado y valorado.
No podemos continuar viviendo de la frase tan manida de “estamos trabajando en ello”.
Ante esto no podemos más que levantarnos de la mesa en señal de protesta por este continuo desinterés del ministerio hacia sus militares”.