Lleva el asociacionismo en la sangre porque le viene de familia. Ramón de la Cruz es el presidente de la Casa de Ceuta en Melilla, una de las entidades más dinámicas y participativas que existe en la ciudad. Su nombre está ligado a prácticamente todas las tradiciones, tanto ceutíes como melillenses. La ciudad sería otra sin esta Casa
¿Cómo nace la idea de crear la Casa de Ceuta en Melilla?
Nace porque había muchos ceutíes destinados en Melilla, sobre todo militares y de la Compañía de Mar, que se reunían cada fin de semana para estar juntos. Se habían convertido en una pequeña familia, por decirlo de alguna manera. Quedaban cada fin de semana, hacían excursiones, iban a Marruecos, realizaban viajes Melilla-Ceuta con los coches… Todos tenían muchos niños y, poco a poco, eso fue lo que hizo que la presidenta fundadora de la Casa de Ceuta, Julia Regén, nos presentara el proyecto de formalizar lo que es hoy la entidad regional. De ahí se creó una Junta Gestora y desde ese momento empezó a funcionar hasta que ya se hizo toda la documentación. Desde 1999 hasta ahora, debido a nuestro gran trabajo desde los comienzos, se puede comprobar que la Casa de Ceuta en Melilla goza de muy buena salud.
¿Cómo se define el presidente de esta entidad?
Me defino como una persona activa, colaboradora en todo lo que se puede. Siempre me gusta llegar a un consenso cuando hay que decidir algo. Apuesto por escuchar, oír propuestas. Soy una persona cercana y muy defensora de las tradiciones, tanto de Ceuta como de Melilla. Apuesto por participar en todo lo que sea posible, ya no solo en las actividades autóctonas de Ceuta sino en las actividades que organiza la ciudad para que el nombre de Ceuta esté presente en todos los actos. No sabría decir nada más pero creo que ya he dado el perfil de la persona que soy.
¿Cuánto tiempo lleváis en la Casa y cómo hacéis para que funcione tan bien?
La Casa de Ceuta se fundó en 1999. Hemos pasado por tres sedes sociales. Empezamos en la Carretera Hidum. Para ir mejorando, luego fuimos a la calle Lugo en el Real y actualmente estamos en un sitio privilegiado como es Melilla la Vieja.
Funciona bien porque esta entidad la integra gente muy activa, muy colaboradora y con ganas de trabajar. La directiva es joven, con deseo de sacar todos los proyectos adelante y yo creo que el éxito de la Casa de Ceuta es, precisamente, la juventud con la que contamos. Hay muchas asociaciones que debido a la edad media que tienen sus integrantes, no llegan a hacer una serie de actividades que necesitan medios físicos para lograrlo, llámese San Juan, Romería… Creo que la Casa de Ceuta goza de muy buena salud, como te decía antes, y esperamos que así siga
En su opinión, ¿qué característica os define mejor?
La mejor palabra que nos define es el amor a nuestra tierra porque el trabajo que realizamos es totalmente altruista y siempre intentamos hacer todo lo posible para que el nombre de Ceuta resuene fuera de sus fronteras. Y el amor a la tierra es lo que hace que sea el motor de esta Casa.
Los De la Cruz sois el alma mater de esta entidad. ¿De dónde os viene ese carácter asociacionista?
Sí, nosotros, la familia De la Cruz, participamos desde los comienzos con esta Casa de Ceuta. Fuimos parte de la primera Junta Directiva. Tanto mi padre como yo estuvimos colaborando desde el principio, no en la presidencia sino como vocales, ayudando todo lo posible. Después fuimos vicepresidentes, se produjeron una serie de cambios pero estuvimos cercanos y trabajando por la entidad. El mundo asociativo siempre nos ha apasionado. En Ceuta es verdad que pertenecíamos a la Hermandad de la Virgen del Carmen y en este caso mi padre organizaba grandes verbenas, hoy en día reconocido y cada vez que sale a relucir el tema de la Virgen del Carmen allí todos recuerdan aquellas grandes verbenas con esas actuaciones musicales, regatas a remo, con ese tipo de cosas que, poco a poco, han ido desapareciendo porque la flota pesquera ha menguando. El fervor de los marineros de aquella época hacía que participaran en todas las actividades de la Virgen del Carmen, una Virgen que hoy por hoy es de las que más devoción tiene en Ceuta. Somos una ciudad que mira al mar y eso hace que sea especial esa festividad. Pero es cierto que siempre hemos estado ligados a la Hermandad de la Almadraba.
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¿Qué pensáis del movimiento asociacionista de Melilla?
Muchas de las asociaciones de la ciudad se han quedado con un socio ya mayor. Es cierto que está costando muchísimo a las asociaciones acercar a la gente joven. Yo creo que lo principal sería formalizar dentro de la Junta Directiva que haya jóvenes para que sean el hilo conductor que los una a la entidad. La gente mayor y los jóvenes tienen gustos diferentes pero yo creo que uno de los puntos esenciales es que haya gente joven dentro de la directiva para que esa asociación nunca muera. Nosotros contamos con ese tipo de personas en la Casa de Ceuta. La media de edad está entre los 40-50 años. Es cierto que hay algunos que son más mayores, pero esa es la media. Es importante siempre tener esos socios activos dentro del calendario festivo de la propia asociación. Nosotros para la gente joven tenemos la Romería, las Cruces de Mayo… Intentamos disponer de esa chispa o gancho para que los jóvenes se acerquen a nuestra Casa.
Creo que nuestra entidad es una de las Casas de Ceuta que posee una mayor media de edad de jóvenes dentro de lo que es la asociación, que espero y deseo que, gracias a ellos, tenga una continuidad. Justo hace unos meses, la Casa de Ceuta en Cádiz cerró porque no había un relevo. Su presidente tenía 75 años y al no haber gente joven cerró sus puertas definitivamente, siendo una de las casas muy activas culturalmente.
¿Falta participación en las actividades más tradicionales?
No falta participación de la juventud en las actividades tradicionales. En la Casa de Ceuta, las Cruces de Mayo es una de las cosas que esperan los socios con más ansias por su participación, su camaradería, su buen ambiente cuando se está ejecutando el proyecto de montaje. Nosotros hemos participado también muchos años en hogueras de San Juan, como digo con gente joven que hace los diseños, todo lo que es montaje de la hoguera. Se impartieron talleres en los que se ha estado pintando, trabajando. Unas veces hemos ganado, otras veces no, pero siempre con la satisfacción de haber estado participando en todos los eventos que organiza la ciudad.
Este año no habéis subido al Rocío, ¿por qué habéis tomado esa decisión?
Es cierto que este año no subimos a la Romería. La Casa de Ceuta ha estado participando 23 años seguidos sin faltar ni una sola vez. Encima contamos con una carretera rociera de nuestra propiedad, con la que cada año hemos hecho el camino. Las mujeres se hacían sus faldas rocieras para el camino, etc. Este año no hemos creído oportuno estar por la sencilla razón de que tenemos muy reciente el I Encuentro de Casas Regionales de Ceuta. Ha sido un gasto extra para este año que no estaba contemplado dentro de la subvención que recibimos de la Ciudad Autónoma de Ceuta y por eso vamos a hacer una comida de hermandad en nuestra sede para brindar por el Rocío, reunirnos todos y disfrutar de una paella. Esperamos que el año que viene podamos volver con ganas de participar si se opta por estar de nuevo en el Rocío.
Después del Rocío viene San Antonio. ¿Cuáles son los principales actos?
San Antonio es una actividad muy arraigada en las tradiciones de Ceuta porque es una Romería lo que se hace. Aquí tenemos la del Rocío y allí la de San Antonio. Hace unos 20 años supimos que existía una imagen castrense del santo y quisimos hacer saber también a los melillenses de esta tradición y celebrar esta fiesta. Es cierto que lo procesionábamos por el Barrio del Real pero después del cambio de sede en Melilla la Vieja, se optó por procesionar desde la iglesia del Pueblo, que es la más cercana, pero como está en obras, ahora mismo eso no se puede contemplar.
Desde hace tres años tenemos un programa que gustó y está funcionando. Tiene una gran acogida tanto de socios como de simpatizantes de nuestra Casa: me refiero al Pregón. Este año es el tercer Pregón que se da de San Antonio y lo hace Carlos Rubiales. Gracias a nuestro buen hacer dentro del mundo “cofrade”, este 2022 vamos a tener el honor de disponer de un pregonero melillense en la Romería de San Antonio en Ceuta. Se trata de Pedro Pomares y precisamente fue nuestra Casa quien lo presentó a la Junta de Gobierno de San Antonio, que consideró oportuno otorgarle esa responsabilidad, lo que para nosotros es un honor.
También tenemos una ofrenda de flores popular, en la que participan muchos socios y asociaciones amigas, que siempre están con nosotros. Y la bendición de los panecillos, que la hará el vicario episcopal de Melilla, Eduardo Resa, que es Caballa de Oro de la Casa de Ceuta. Los panecillos se entregarán a todos los asistentes, como manda la tradición y como se hace en Ceuta. Este es el programa, que acabará con una copa de vino en nuestra sede para pasar un día festivo en la Casa de Ceuta.
¿Lo siguiente será la Feria?
La Feria es precisamente una de las actividades en las que hacemos un esfuerzo extra. Nos pilla que regresamos de las vacaciones, que venimos de Ceuta de estar presentes en sus fiestas patronales, tanto en la ofrenda floral a la Patrona como en la misa y en la procesión, así como en todos los actos que organiza la Ciudad Autónoma, como la recepción oficial del presidente y demás. Las fiestas ceutíes se celebran en la primera semana de agosto. El 4 y 5 estamos en los actos más atractivos, donde más se nos nota y no hemos fallado ni un año desde 1999.
Total, que venimos de unas vacaciones; un poco más descansados, sí, pero desde el momento en que llegas te tienes que poner a preparar material, a adecentar la portada, organizar las telas para la organización…Total, un gran trabajo después de venir de las vacaciones, en las que ya estamos pensando en el trabajo que debemos hacer después, que es grande porque lleva mucho esfuerzo.
¿Cómo funciona la caseta?
Nuestra caseta sale adelante con nuestros propios medios y disponemos de un grupo, que suelen ser los Soniketes, que se paga de lo que trabajamos en las instalaciones, cuyos ingresos repercuten en la propia entidad. Es decir, un esfuerzo muy grande para que simplemente haya un trocito de Ceuta dentro de la Feria de Melilla.
Llevamos muchísimos años participando. Fuimos de las últimas casetas que se montaron en el Parque Hernández y luego nos pasamos al nuevo recinto junto a la Caseta Oficial de Melilla.
Este año el reto es ver cómo se nos presentan las cosas después de la gran parada por la pandemia, que creo que ha hecho un poco de mella en el sentido de que pensar ahora mismo en el calor, el trabajo por hacer te hace dudar en cierto modo. Pero tenemos ganas y a ver cómo se presenta todo pasado el tiempo de vacaciones. Haremos una valoración y decidiremos lo que hacemos pero, en principio, creo que estaremos allí.
¿Con qué actividad de las que hacéis se quedaría?
Me costaría elegir una que me guste más que ninguna otra. Es cierto que si tuviera que resaltar una sería la copa de Navidad con la inauguración del Belén que hacemos cada año. Me gusta mucho también la Cruz de Mayo, que es una de las actividades que la gente espera porque hacemos una presentación y el montaje es muy de compartir, de hermandad en la sede. Y, por supuesto, San Antonio, que es una de las actividades tradicionales de Ceuta, la fe antoniana, que nosotros exportamos a Melilla. Pero no quiero olvidar tampoco la celebración del Día de Ceuta, que lo hacemos en plena Feria y entregamos un galardón al Caballa de Oro, que suele ser esa persona que haya colaborado con la entidad, que haya tenido algún tipo de feeling y apoyo a cualquier acto que hagamos y para el que necesitamos una colaboración o participación de algún tipo.
¿Alguna iniciativa que esté por perfilar?
Más que alguna actividad que perfilar, yo diría alguna actividad que retomar porque me gustaría volver la chirigota de la Casa de Ceuta, que ha sido siempre recordada y siempre gratamente recibida por el público, que tanta alegrías nos ha dado (algún que otro cabreo también) pero sí es verdad que nos gustaría retomarla de nuevo porque era un gran atractivo para Carnaval. Se enfrió un poco aquello porque cada uno tenía su trabajo y por cuestiones laborales y también por estudios (se fueron a la península) se fue dejando. Además, el concurso oficial organizado por la Ciudad Autónoma ya no era tal sino exhibiciones, porque había poca participación de agrupaciones y eso también contribuyó a la desaparición del ambiente chirigotero que tenía la Casa de Ceuta cuando llegaba febrero por Carnavales.
No descarto que cualquier día volvamos de nuevo a cantarle a la ciudad de Melilla, que era nuestro propósito. Hacíamos como un periódico cantado en el que decíamos lo bueno y también lo malo de esa manera graciosa y chisposa que tiene el Carnaval y la chirigonta. Siempre con el gran cariño y sin ganas de ofender a nadie. Eran ideas locas que salían de un grupo de amigos y socios de la Casa, y las poníamos al punto para divertir al público que nos recibía siempre con grandes aplausos.
Contáis con una de las sedes más bonitas por su espléndida ubicación…
Efectivamente, contamos con una de las sedes más bonitas que tienen las diferentes Casas de Ceuta en la península. Hace unas semanas tuvimos el I Encuentro de Casas Regionales y vinieron representaciones de todos los presidentes y directivos de otras entidades como la nuestra. Tuvimos representación de Sevilla, Barcelona, Málaga, Alhaurín y Algeciras. Visitaban la ciudad por primera vez y quedaron gratamente sorprendidos. Nos acompañaron el consejero de Turismo de Ceuta, Alejandro Ramírez, y la directora general y la verdad es que comprobaron que nuestras instalaciones no son muy grandes pero sí lo justo que necesitamos y la tenemos llena de guiños a Ceuta y todo muy bien decorado. La sede tiene un gran mantenimiento porque hay muchas humedades. La mimamos mucho para que reluzca como reluce cuando viene cualquiera a visitarnos. Todos nos dicen que la tenemos muy coqueta.
Estamos en un sitio emblemático, por donde pasa muchísimo turismo porque todo el que viene a Melilla pasa por el Pueblo y por el Callejón de San Juan donde estamos. Y ya no solo nos encargamos de tener la sede bien bonita sino también todo el callejón. Cuando llegamos en su día, era un punto negro que tenía el recinto amurallado. Allí dormía algún que otro vagabundo, defecaban, se orinaban, y nosotros con esa actividad que tenemos, se ha convertido en un sitio de paso. Cada fin de semana baldeamos y adecentamos para abrir nuestras puertas al público ofreciendo gastronomía de Ceuta y de la cocina tradicional ceutí para los socios, simpatizantes y amigos que se quieran acercar por allí y echar un ratito con nosotros. Así que estamos muy contentos de tener esta sede social que, en su día, nos entregó la Ciudad Autónoma. Estamos súper agradecidos de contar con un trocito de Ceuta en Melilla Vieja y nos consta que Juan Vivas, presidente ceutí, sabe que tenemos un sitio privilegiado y así lo hizo saber a su Gobierno. Es mucha nuestra satisfacción de estar en un sitio tan emblemático como es éste. Estamos muy contentos teniendo a Ceuta en Melilla la Vieja.