Veintidós personas interesadas en conocer los tesoros del Archivo Intermedio Militar del Centro de Historia y Cultura Militar de Melilla, han tenido la ocasión de visitar las instalaciones, gracias a la jornada de puertas abiertas celebrada con motivo de la conmemoración del Día Internacional de los Archivos este jueves.
Estos melillenses, en muchos casos militares, han podido realizar una visita guiada de 30 minutos por el archivo, que se encuentra en la Comandancia de Obras de la calle Reyes Católicos. Durante esa media hora han podido conocer de primera mano los documentos y planos históricos más importantes. Y lo han hecho con las explicaciones del coronel Luis José Martín Fullana, un experto en la materia como responsable que es de la custodia de tan importante material.
También han podido apreciar el trabajo de digitalización que se lleva a cabo de los libros, al objeto de que las consultas puedan realizarse sin necesidad de utilizar un papel ya viejo por los efectos del tiempo. La visita ha servido, igualmente, para que se conocieran los cometidos y los objetivos de los diversos depósitos en los que los documentos son custodiados y conservados.
Aunque durante la jornada de puertas abiertas las visitas fueron guiadas (a las 10.00, 11.00 y 13.00 horas), cualquier persona puede conocer el archivo, que abre de lunes a viernes de nueve de la mañana a dos de la tarde.
Se puede decir que el documento más antiguo del Archivo Militar Intermedio data de 1729 y el más reciente está fechado en 2017, según el informe estadístico de Cultura en el Ministerio de Defensa, correspondiente a 2020.
Restauración
Este Archivo Militar Intermedio tiene entre sus posesiones un plano de la ciudad que data de mediados del siglo XIX y que fue restaurado hace tres años por el historiador Pedro G. Timón. En el documento, encabezado con la inscripción de “carta esférica”, se puede leer “de la Costa de África desde el Cabo de Tres Forcas al cabo la Guardia”. En el mapa puede verse la representación de la costa de la ciudad melillense en tiempos decimonónicos.
Fue un trabajo de reparación extraordinario y singular que se ha realizado en equipo y que tuvo una especial dificultad por la degradación que tenía el plano tanto a nivel físico como a nivel químico.