Chiquitines ha organizado para este verano unos campamentos, donde los pequeños tienen la oportunidad de practicar deportes y estar en contacto con la naturaleza. El fin del curso escolar y por tanto el cierre de colegios supone para algunas familias, principalmente para aquellas donde trabajan los dos progenitores, un auténtico problema. Para ellos, especialmente, pero también para aquellos padres que desean que sus hijos sigan aprendiendo a la vez que se divierten, Chiquitines pone a su alcance la posibilidad de unos campamentos, bien por 15 días, bien por un mes, donde a través de juegos, ocio y deportes, los niños aprenden una serie de pautas y disciplinas.
En horario de mañana, de 8:30 a 14:30, y de lunes a viernes, Chiquitines ha programado una serie de actividades, principalmente de ocio, donde los pequeños pasan el tiempo, compartiendo con amigos y aprendiendo, por ejemplo, la importancia de una alimentación sana.
Los lunes y jueves están dedicados a los talleres, los deportes, la piscina o los campamentos, de tal forma que desde pequeños tengan esa relación con la vida saludable.
El martes es la jornada de las excursiones, y bien acuden a al Granja Escuela, a Melilla La Vieja –“en este caso sólo los mayores”, según explicó una de las monitoras; al cuartel de la La Legión o a los Bomberos, aunque todavía no está cerrada la programación pues se están gestionando algunas de estas visitas.
El miércoles todos los niños pasan una jornada en la playa y por último, el viernes, se organiza un verdadero día de campamento, que se desarrolla en el Fuerte de Rostrogordo, y para el cual los monitores eligen un tema genérico sobre el que girarán después todas las actividades que se lleven a cabo en la jornada.
Ayer, por ejemplo, el tema elegido fueron las fiestas hawaianas, de tal forma que todos los pequeños iban ataviados con las típicas faldas o los collares y pulseras de flores que cada uno tenía que realizar con diferentes materiales de papelería. También se organizó un desayuno centrado en la fruta tropical y servido en pinchitos, como si de una fiesta típica se tratase. Y todo ello sin olvidar el baile.
En definitiva, una forma de entretener aprendiendo, que a su vez se combina con otros conocimientos como dietas sanas o cuidado del medio ambiente.