El consejero de Seguridad Ciudadana recalca que la entrada de menores inmigrantes no acompañados ha marcado la recta final del 2011 en lo que respecta a su área.
El año se acaba esta misma noche y los distintos consejeros del Gobierno melillense no han querido desperdiciar la oportunidad de realizar un balance sobre lo que el 2010 ha supuesto para sus respectivas áreas, así como las expectativas con las que afrontan la llegada del 2011.
De este modo, el máximo responsable de Seguridad Ciudadana, Ramón Antón, destacó que el 2010 ha estado marcado por la eficacia de la Policía Local y por la progresiva reducción en el número de delitos menores, llegando a asegurar que Melilla se encuentra “bastante por debajo de la media nacional” en este sentido.
No obstante, remarcó que la ciudad posee una idiosincrasia especial por sus reducidas dimensiones, ya que cualquier tipo de suceso de extiende por el boca a boca, creando cierta alarma social entre los melillenses cuando se dan una serie de delitos de menor importancia.
“En Melilla ocurren cosas que en la península pasarían completamente desapercibidas o que habría que conocer mediante los medios de comunicación, pero aquí todo se comenta y es fácil que la gente se asuste cuando hay una cadena de sucesos delictivos similares”, matizó.
En la otra cara de la moneda, manifestó que en Melilla apenas hay crimen organizado, y que la mayor parte de las actuaciones policiales se reducen a pequeños delitos. Así pues, realizando un computo general, calificó de “muy positivo” el año que está a punto de finalizar para su área.
No obstante, destacó que los últimos meses del 2010 han estado marcados por la llegada de menores inmigrantes no acompañados a través de los distintos puestos fronterizos de la ciudad.
Ahondando más en esta cuestión, resaltó que el centro ‘La Purísima” se e ncuentra actualmente al límite de su capacidad debido a este incremento de la presión migratoria.
Al hilo, recalcó que en los últimos días se han producido varias intervenciones policiales contra menores de edad que intentaban robar utilizando un arma blanca para intimidar a su víctimas.
“Es un área que no es de nuestra competencia”, recordó, “pero colaboramos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la medida de lo posible”. Pese a estos sucesos, el consejero aseguró que no hay porque alarmarse, ya que son casos puntuales.
Cambio de signo político
En cuando a lo que desea para el 2011, Antón reseñó que, en el terreno político, lo más conveniente sería un cambio de signo en la Administración del Estado “por el bien de Melilla”.
Y es que, en su opinión, lo peor de la crisis está por llegar, y ésta afectará de lleno a la Ciudad Autónoma, que ya cuenta con una de las tasas de desempleo más elevadas de España.
Sin embargo, recalcó que en Melilla “podemos llorar por un ojo” gracias al elevado número de empleados públicos que hay, ya que ello provoca que los efectos de la mala racha financiera no sean tan agudos como en otras partes del país.