El sindicato ANPE-Melilla ha alzado la voz para denunciar públicamente lo que considera una falta de diálogo real por parte del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes en la elaboración de las convocatorias de oposiciones docentes. A través de una nota de prensa, la organización ha expresado su profunda preocupación por la forma en la que se están configurando los procesos selectivos de acceso a la función pública, especialmente en territorios como Ceuta y Melilla.
Pese a que el Ministerio permite presentar alegaciones a los borradores de las convocatorias, desde ANPE critican que estas propuestas “no tienen un reflejo real en el texto final”, lo que genera una sensación de vacío y desconfianza en el colectivo opositor. El sindicato afirma que esta falta de receptividad impide mejorar el procedimiento y debilita la credibilidad del sistema. Según la organización, esta actitud muestra una preocupante desconexión entre la administración central y las necesidades reales del profesorado y de quienes aspiran a formar parte del cuerpo docente.
Entre sus principales reivindicaciones, ANPE-Melilla exige que se garantice la composición especializada de los tribunales, de modo que todos sus miembros pertenezcan a la especialidad objeto de examen. “La experiencia demuestra que solo así puede asegurarse una evaluación ajustada y homogénea entre aspirantes”, indican. Para ello, proponen que se contemple la incorporación de docentes de la misma especialidad procedentes de otras provincias o comunidades autónomas cuando sea necesario, siempre que se asegure un procedimiento transparente en la designación de los miembros.
Otra de las demandas clave del sindicato es el aumento del número de tribunales, ya que el previsto actualmente consideran que es insuficiente para cubrir el volumen de aspirantes en la ciudad. Esta falta de recursos, advierten, podría traducirse en retrasos en la publicación de resultados, procesos excesivamente prolongados y una sobrecarga de trabajo inasumible para los miembros de los tribunales. Por ello, plantean la necesidad de crear tribunales de apoyo adicionales y reforzar los equipos con personal docente de otros territorios si fuese necesario.
También cuestionan la actual estructura de la fase de oposición. Consideran inadecuado que la primera prueba se realice en una única sesión de cinco horas, lo que, según afirman, afecta negativamente al rendimiento, a la concentración y a la igualdad de condiciones. ANPE propone dividir el examen en varias sesiones con pausas supervisadas, para favorecer una evaluación más justa, humana y adaptada a las capacidades reales de los aspirantes.
El sindicato añade a sus críticas la falta de claridad en los criterios de corrección, por lo que pide que se publiquen con antelación rúbricas objetivas y detalladas que permitan al opositor conocer con claridad qué se espera de su desempeño. Además, exigen mayor transparencia en todo el proceso, solicitando que los aspirantes tengan derecho a conocer el desglose de sus calificaciones y a acceder a copias corregidas de sus exámenes. Este punto, sostienen, es básico para garantizar el derecho a la revisión y asegurar la confianza en la imparcialidad de los resultados.
Con el objetivo de trasladar formalmente estas propuestas y reivindicaciones, ANPE-Melilla ha anunciado que el próximo 18 de diciembre mantendrá una reunión con la Dirección Provincial de Educación. En ese encuentro también se abordarán otros asuntos de interés para el profesorado y el colectivo opositor.
Desde el sindicato insisten en la necesidad de un proceso selectivo “riguroso, equitativo y transparente” que garantice la seguridad jurídica y la confianza de los aspirantes. “Seguiremos trabajando desde el diálogo y la firmeza para que nuestras propuestas sean escuchadas y tenidas en cuenta, en beneficio del sistema educativo y del profesorado”, concluyen.
