La Uned se convirtió esta mañana en el epicentro del debate sobre el futuro económico de Melilla. Expertos de diversos ámbitos se reunieron en el aula número 10 de esta institución universitaria en una mesa redonda titulada 'Melilla: ¿alternativas económicas para un futuro mejor?, organiza por el Observatorio de Ceuta y Melilla para analizar los desafíos y oportunidades que enfrenta la ciudad en este ámbito.
Los ponentes encargados de responder esta cuestión fueron el consejero de Economía, Comercio, Innovación Tecnológica, Fomento y Turismo, Miguel Marín; el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Ángel Quevedo y la presidenta de Activas Melilla, Nayat Mohamed. Asimismo, la mesa redonda fue moderada por el director del Observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echeverría.
Antes del inicio del grupo de debate, las autoridades atendieron a los medios de comunicación. Todos ellos quisieron agradecer en primer lugar al Observatorio por la celebración de este encuentro que el propio Echeverría calificó como "fecundo".
Cambio de paradigma
El cierre de la aduana comercial en enero de 2018 marcó un punto de inflexión para Melilla, obligando a la ciudad a buscar nuevas vías de desarrollo económico. En este sentido, el consejero de Economía, Comercio, Innovación Tecnológica, Fomento y Turismo, Miguel Marín, destacó la importancia de impulsar un cambio de modelo económico recordando los tres ejes en los que está trabajando el Gobierno local: innovación tecnológica, desarrollo universitario y promoción turística.
"Llevamos quince meses en el gobierno y desde el primer minuto de formación comenzamos a trabajar en esa estructura en la que nos basamos para cambiar el modelo económico de Melilla", recordó el también vicepresidente primero de la Ciudad, que remarcó que como resultado a ese esfuerzo, se está avanzando "a un ritmo importante".
Precisamente, a lo largo del debate Miguel Marín puso sobre la mesa los tres ejes de desarrollo socieconómicos planteados por el Ejecutivo local, exponiendo los principales retos que presenta la ciudad para conseguir estos objetivos y las alternativas que tiene Melilla para ejecutarlo.
Importancia del puerto
Al hilo, recordó que una de las infraestructuras más importantes para lograr este planteamiento es el puerto de nuestra ciudad.
"La Autoridad Portuaria es un organismo fundamental desde los inicios de Melilla como ciudad española. El puerto es un elemento importantísimo como dinamizador de la economía de la ciudad", recordó.
No quiso perder la oportunidad también de resaltar la importancia del Observatorio de Ceuta y Melilla como un "instrumento muy útil" para seguir trabajando en este cambio de modelo económico que se está llevando a cabo en la ciudad.
Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Ángel Quevedo, recogió las palabras de Miguel Marín e incidió el potencial puerto melillense como motor de este desarrollo de la economía.
"El puerto tiene mucho que aportar, tanto por sus espacios, en el tema de la logística, como para la implantación de nuevas empresas o para el desarrollo del ocio. Por supuesto también para el turismo de cruceros y el náutico", destacó.
Resaltó Quevedo que Melilla se encuentra en un momento de oportunidades y de cambios. Aunque reconoció que los cambios siempre son difíciles y que la sociedad melillense se encontraba acomodada en un cierto tipo de actividad económica basada en el comercio, en la actualidad se abre un amplio abanico de posibilidades con una gran capacidad de mejora.
"El turismo es una de las metas donde creemos que podemos tener un importante avance como Málaga o Barcelona, ciudades que han mejorado muchísimo en los últimos 20 años", subrayó para añadir "tenemos un recorrido por delante en muchos aspectos de formación y de tecnología".
Aún así, aseguró que para lograr estas metas que se han impuesto, es de vital importancia una "buena dirección política y una buena dirección de las administraciones, que deben estar coordinadas e ir en la misma dirección, así como ir de la mano de los emprendedores".
Cree el presidente de la Autoridad Portuaria que debe existir colaboración entre la empresa privada y la pública, además fomentar la formación y la capacidad de emprendimiento de los melillenses.
Para concluir su intervención ante los medios de comunicación, ha asegurado que su visión sobre el futuro económico de la ciudad es positiva, pero que se hace necesario no perder el tiempo para evitar que otros territorios tomen la delantera.
"Estamos para ayudar, para fomentar y para dar ese impulso necesario. Tenemos que hacerlo bien porque estamos en un mundo muy competitivo donde la ciudad hermana de Ceuta nos adelantan en algunas cosas, por lo que tenemos que tener una idea clara y hacerlo muy bien en muchos ámbitos".
Emprendimiento
Por otro lado, la presidenta de Activas Melilla, Nayat Mohamed, aportó la perspectiva del tejido empresarial local, destacando la importancia de fomentar el emprendimiento y la innovación. Una visión, dijo, desde el punto de vista de las mujeres y como empresaria.
"Tenemos que abrir la visión a otros sectores y a otro tipo de productos y servicios que podemos ofrecer desde la ciudad, entre ellas el turismo", señaló.
Mohamed remarcó que lleva muchos años como empresaria y trabajando en la frontera, por lo que ha podido ser testigo de la transformación de la ciudad y de las oportunidades que ofrecía esta. Por esta razón, recalca, la situación actual obliga a los empresarios a abrir la visión hacia otros sectores y otro tipo de productos.
Señala la presidenta de Activas Melilla, que uno de estos nuevos ámbitos en los que podemos enfocar los esfuerzos es en el turismo.
"Soy una apasionada de promocionar Melilla fuera porque he trabajado en este sector y creo que es una vocación y una pasión vender mi ciudad", destacó.
El encargado de moderar el debate fue Carlos Echeverría, director del Observatorio de Ceuta y Melilla, quien al comienzo de la mesa redonda aclaró cómo iba a ser la dinámica de la misma. Para iniciarla, comentó, trasladaría la pregunta '¿alternativas económicas para un futuro mejor?' a todos los participantes para que ofrecieran su visión en un tiempo limitado a diez minutos.
En la segunda fase, la cuestión sería algo más concreta relativa al papel que desempeña cada uno de los participantes y para finalizar la mesa redonda lanzaría una pregunta a modo de conclusión.