En esta época de materialismo, del aquí y ahora, sorprende que un sentimiento o unas creencias movilicen a 400 jóvenes guiados por unos ideales que no buscan ningún beneficio inmediato, terrenal ni cuantificable.
Ese sentimiento, esas creencias han sido las que han movilizado este fin de semana a 400 jóvenes de la Diócesis de Málaga y Melilla que ayer vivieron una intensa jornada de hermanamiento principalmente espiritual, pero no la única faceta.
Es la primera vez que las jornadas de Juventud de la Diócesis de Málaga se celebran en la ciudad autónoma por expreso deseo y empeño del obispo Jesús Catalá, quien ofició la eucaristía en la puerta del Sagrado Corazón frente a cientos de melillenses que se congregaron, junto a los jóvenes de la Diócesis en la plaza Menéndez Pelayo.
Estos jóvenes melillenses y malagueños no solamente cultivaron ayer su espíritu sino también conocieron a fondo los rincones más bellos de la ciudad, reflexionaron sobre temas tan de actualidad en Melilla, como la inmigración y la multiculturalidad.
No es fácil movilizar a la ciudadanía, mucho menos en Melilla y aún es más improbable conseguirlo con un mensaje nada novedoso, ya que se conoce desde hace más de 2.000 años.
Algo debe de haber de verdad en esa frase: “Sólo Dios basta”
Una frase tan válida en la fe cristiana, como en la musulmana, hebrea, hindú... como para que perviva a través del tiempo, del espacio y sea totalmente aceptable en cualquier cultura.
Incluso los ateos estarían dispuestos a aceptar que existe algo más importante que el aquí y ahora, aunque ellos prefieren nombrarlo con una palabra sin vínculo con ninguna deidad conocida.