La Asociación Española de Veterinarios Municipales, que agrupa al 88% de este colectivo en la Administración local, envió este lunes un duro comunicado que pone en entredicho la gestión de la crisis sanitaria de la rabia en Melilla.
Para quienes llevamos meses denunciando el descontrol de la población de perros vagabundos que deambulan por las calles de la ciudad es muy alarmante que una asociación nacional lance la voz de alerta y diga que lo que está pasando en Melilla con el brote de rabia no se veía en España desde los años 50 del siglo pasado cuando el Ministerio de Gobernación dictó una orden que obligaba a los ayuntamientos a retirar los perros callejeros de la vía pública para controlar la rabia en nuestro país.
A ojos de esta organización hemos batido un récord histórico y hemos retrocedido unos 70 años. Por eso ha pedido al presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, que cese a la consejera de Salud Pública, Francisca García Maeso, atendiendo a la gestión que ha hecho de esta crisis sanitaria. Y no sólo eso, la acusan además de no aplicar a rajatabla el Plan de Contingencia contra la Rabia que establece el Ministerio de Agricultura, pero también de "inacción" y de obstruir el trabajo de los veterinarios municipales. Son sin dudas, puntos que merecen ser esclarecidos inmediatamente.
Las declaraciones de la Asociación Española de Veterinarios Municipales son preocupantes. Es lamentable que la imagen de Melilla vuelva a verse dañada a nivel nacional por una situación tercermundista ya que en estos momentos no estaríamos ante casos de rabia importados de Marruecos sino ante contagios autóctonos, lo que a ojos de los expertos significa que algo no se está haciendo bien en Salud Pública.
El presidente del Partido Popular, Juan José Imbroda, no ha desaprovechado la oportunidad para cuestionar la pésima gestión que en su opinión el Partido Socialista está haciendo de la crisis sanitaria de la rabia en Melilla, provocada por un brote a todas luces descontrolado en Melilla y advirtió este lunes de que ojalá no tengamos que lamentar una desgracia mayor.
De momento hay cinco personas en Melilla que están siendo atendidas tras ser mordidas por un perro con rabia. Todos sabemos que la rabia en humanos, una vez que se desarrollan los síntomas, no tiene cura.
Por eso urgimos al Gobierno local a que tome medidas drásticas para evitar una tragedia mayor. Los ciudadanos no merecemos lo que está ocurriendo en Melilla. Estamos ante una crisis sanitaria y ante un fallo en la gestión que no tiene precedentes ni en nuestra ciudad ni en España.
Aunque se han anunciado medidas urgentes, lo cierto es que los melillenses seguimos viendo perros asilvestrados por las calles del centro y el Parque Forestal. No es posible que grandes capitales como Madrid logren controlar lo que una ciudad de 12 kilómetros cuadrados, rodeada de valla y mar y con la frontera cerrada, no consigue mantener bajo control. Algo falla y ya es hora de que el Gobierno tome medidas contundentes.