La Agrupación Reformista de Policías (ARP) ha recurrido a la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, con el fin de que imparta “las instrucciones oportunas” a la Inspección de Trabajo para establecer en la Dirección General de la Policía un sistema de control horario que permita “fiscalizar las horas extraordinarias” en ese Cuerpo.
La entidad explica que un buen número de empleados de ese sector realiza “un elevado número de horas extras”, las cuales no cuentan con compensación ni remuneración alguna y agregó que hasta hoy “no se ha fijado control” sobre el horario, ni tampoco ha sido pagado el trabajo por esas horas. Según ella, es “un sinsentido” seguir con esta situación por más tiempo sin que existan reacciones.
Con el objetivo de concretar su petición, ARP también se ha dirigido al ministro del Interior para solicitar la puesta en marcha de dicho sistema de control, “acorde a la normativa y leyes nacionales, así como a la legislación europea”, puesto que el Real Decreto Ley 8/2019 impone a las empresas la “obligación de implantar un sistema de cómputo de la jornada laboral efectiva”.
Sin este último “no existe ninguna garantía de que se respeten efectivamente los límites temporales establecidos”, lo cual provocaría que no se ejerzan sin trabas los derechos conferidos a los empleados.
En una nota de prensa, ARP plantea que a sus representados se les tiene alejados de los avances laborales y sociales anunciados por el Ejecutivo. Ahí, pone de ejemplo el estatus profesional con el que se mantienen “de forma intencionada”, algo que los obliga a recurrir a los tribunales y a otras instancias para alcanzar beneficios puntuales “cercenados con relación a otros sectores de funcionarios”.
Para cambiar esta situación, dice, es preciso derogar la Ley Orgánica 2/1986 sobre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque ahora mismo a partir de esta se puede asumir que “somos unos de los colectivos condenados a no salir de la etapa posdemocrática en este país”.
Como esto lo hagan con los militares y sus jornadas interminables, se podrá comprar cada militar un ático en la Calle Salamanca.