La Unión Federal de la Policía denuncia a través de este medio la agresión que sufrió un subinspector de la Policía Nacional por parte de tres agentes marroquíes mientras trabajaba en el paso fronterizo de Barrio Chino.
Según la UFP, este agente resultó herido cuando los policías del país vecino atraparon el brazo del español con uno de los tornos de la frontera mientras este estaba intentado ayudar a una mujer atrapada.
Las agresiones a los agentes que trabajan en los puestos fronterizos de nuestra ciudad son habituales, algunas de las personas que cruzan se encaran con los policías y guardias civiles y los insultan o arrojan objetos, ante la pasividad de las autoridades marroquíes.
Este caso es un paso más allá en el comportamiento lamentable de los aduaneros de Marruecos y las fuerzas de seguridad de este país.
Ayer, comentábamos en este mismo espacio la falta de lealtad de Rabat para con España, y Melilla en particular, con su desatención a hechos violentos que suceden en su territorio cuando un autobús de la COA pasa por los pasos fronterizos.
Marruecos parece que no está interesado en que la frontera sea una zona tranquila y esto se trasmite, directa o indirectamente, a los agentes que allí trabajan, dando como resultado hechos tan lamentables como la agresión que comentamos.
La situación no puede mantenerse más en el tiempo y si es necesario habrá que aplicar medidas contundentes para asegurar la seguridad en la frontera.