El nerviosismo y la tensión en el aeropuerto fueron las grandes protagonistas ayer al mediodía de una lluviosa jornada marcada por la espera y, en algunas ocasiones, la desesperación de algunos pasajeros por ver que no llegaba el momento de poner pie en Málaga tras las cancelaciones de varios vuelos.
“Se va a liar una gorda”
Así lo manifestó uno de los afectados, que prefiere ser identificado bajo las siglas J.M.N. Este melillense aseguró que, por desgracia, es el pan de cada día de quienes viajan a la península en avión. “Un día se va a liar aquí una gorda. Lo están pidiendo a voces”, aseveró.
“Desde que han entrado las nuevas compañías subcontratadas, siempre hay retrasos”, se quejó su compañero, que tampoco deseó ser identificado.
Esta misma opinión la comparte el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla), que aseguró esta semana a El Faro que la externalización de los servicios que prestaba Air Nostrum en la ciudad han hecho mella en las comunicaciones, incidiendo, especialmente, en retrasos y cancelaciones y relegándolas a una segunda categoría.
Falta de opciones
El vuelo de José Juan con destino a Málaga también sufrió un retraso. En su caso, su avión debería haber despegado a las 12:20, pero la espera se prolongó hasta bien entrada la tarde. Comentó que es un problema que pasa con asiduidad. En su caso, la última vez que le pasó algo parecido fue el pasado 15 de septiembre, cuando cancelaron su vuelo con destino a la ciudad andaluza por una avería en el avión que cubría esta ruta.
“El problema de Melilla es que, si te pasa esto en la península, tienes otros medios de locomoción a tu disposición, pero aquí, o tienes barco, o tienes avión, porque a nado todavía no me parece buena idea”, ironizó Amparo, que reside en nuestra ciudad desde hace más de 50 años.
También matizó que es un problema que no es nuevo, sino que viene “de siempre”. “Cuando el aeropuerto era más pequeño, había menos gente que viajaba y todo era más fácil. Lo que yo noto es que el nivel de la compañía no ha bajado, sino que ahora hay más personas y Melilla no se ha terminado de adaptar a ello”, expresó esta gijonesa residente en Melilla.
“Deberíamos salir a la calle”
José Antonio, otro de los afectados, criticó la pasividad de los vecinos de su ciudad ante problemas de esta índole. “Lo que ocurre es que como somos tan pasivos aquí, deberíamos salir a la calle y manifestarnos como hacen en el resto de España, porque lo que está ocurriendo aquí es de vergüenza”, se lamentó.
Tenemos lo que nos merecemos, a seguir votando PPrruptos