Es un hecho que en Melilla hay un exceso de tráfico rodado, pues en nuestra ciudad es habitual que se use el vehículo propio para hacer cualquier actividad o gestión que bien podría llevarse a cabo a pie.
El Gobierno local está llevando a cabo una serie de obras con el fin de cambiarle la cara a la ciudad. El objetivo es claro: dotarla de una movilidad sostenible. La clave es conseguir una circulación ordenada, en la que haya un tráfico fluido y que, en definitiva, la calzada se use para circular con orden y no para dejar estacionado el coche en cualquier lugar de la misma, como, lamentablemente, ocurre.
Ayer se puso la primera piedra de un importante proyecto que se desarrollará durante los próximos nueve meses en la calle Montemar. Su coste será de 1,3 millones de euros y estará financiado en su mayor parte por fondos europeos.
En la puesta en marcha del proyecto, el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, especificó que el tráfico en la citada vía pasará a tener un solo carril. Se ensancharán las aceras, se plantarán árboles y se utilizarán materiales nobles en la construcción.
La reforma de la calle Montemar será sólo el principio de una actuación en todo el barrio del Industrial pues, una vez finalizados los trabajos en esa vía, se continuará con las calles adyacentes.
El presidente animó a los vecinos a preguntar cualquier consulta que tengan sobre este proyecto.
De lo que no cabe duda es de que el Industrial mejorará su imagen y que se adaptará al Plan de Movilidad Urbana Sostenible. En resumen, se adaptará a los tiempos.