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Seis de los siete acusados se enfrentan a seis meses de cárcel y el otro a nueve por tener antecedentes
Ayer se celebró en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla un juicio a siete implicados en una “riña tumultuaria”. Varios de los acusados portaban cuchillos, palos y estiletes, según declararon los policías que intervinieron para poner fin a la pelea. Sin embargo, el ‘portavoz’ de uno de los dos bandos afirmó que todos son “amigos” y que la reyerta fue “un malentendido”.
El suceso ocurrió el pasado 12 de diciembre en el Paseo de Ronda, cerca de la Carretera de Alfonso XIII. Los siete inculpados se acogieron a su derecho a no declarar. Así, sólo testificaron los agentes de la Policía Nacional que acudieron al lugar para detener a los responsables de la batalla campal.
Fueron seis los efectivos que prestaron declaración. El primero de ellos señaló que eran “quince o veinte” los que participaban en la pelea. Según este testigo, algunos portaban “armas blancas y palos” y había “dos grupos diferenciados”.
Otro agente que testificó recordó cómo uno de los implicados “huyó hacia un portal” al percatarse de la presencia de la Policía.
Armas blancas en el suelo
El siguiente funcionario que intervino recordó la cantidad de armas blancas que había en el suelo, y otro compañero suyo refirió que participó en la identificación de los acusados. “A uno se le intervino un cuchillo”, evocó. Según el escrito de acusación, esa arma tenía “17 centímetros de hoja”, mientras que otro estilete decomisado alcanzaba los 12 centímetros de hoja.
El siguiente policía en declarar subrayó que el suelo estaba lleno de “botellas” y “cristales rotos” e indicó que cacheó a los intervinientes en la pelea. Y el último agente que compareció señaló que al llegar al lugar de la trifulca sus otros compañeros ya habían intervenido “todas las armas”.
La fiscal solicitó que se dicte una sentencia condenatoria porque los inculpados emplearon “instrumentos peligrosos para la vida y la integridad física de las personas”.
Sin embargo, la defensa pidió la absolución al considerar que “ningún agente (de los que declararon ayer) ha identificado a quienes llevaban los cuchillos y los estiletes”.
Abrazo de los contendientes
Cuando la juez concedió a los acusados su derecho a la última palabra, sólo dos hicieron uso de él, uno por cada bando. El primero fue el que mencionó lo del “malentendido” y que eran “amigos” y el otro ‘líder’ ratificó esas palabras. Incluso dos de ellos se abrazaron y el resto estrecharon las manos de sus adversarios en la reyerta.