Los candidatos de Podemos se repartieron entre los colegios Enrique Nieto y Eduardo Morillas para votar Aguilar, Martínez y Ouviña ejercieron su derecho al sufragio sobre las 11:30 horas.
Un sol radiante lucía en Melilla poco antes del mediodía de ayer. La buena meteorología fue la nota predominante en una jornada electoral que los candidatos de Podemos tildaron de “una de las más emocionantes de la historia”, según palabras de Gema Aguilar, aspirante a un escaño en el Senado y la miembro de la formación que ha llevado la voz cantante durante los quince días de campaña de cara a los comicios de ayer.
Aguilar y su compañero José Ouviña, candidato al Congreso de los Diputados, ejercían su derecho al sufragio en el colegio Enrique Nieto. José Carlos Martínez, el otro candidato al Senado, lo hacía en el contiguo, Eduardo Morillas.
El reloj marca las 11:30 horas. Los melillenses van llegando al Enrique Nieto con cuentagotas. Padres con sus hijos pequeños acceden al colegio electoral con ganas de votar pronto y disfrutar después de un merecido día de descanso.
Otros padres son más veteranos y son sus hijos quienes los llevan al colegio. En un taxi especial para minusválidos llega una señora mayor a la que su hijo coloca en una silla de ruedas.
Ambos van ataviados con gorros de Navidad. “Es lo que tiene votar en estas fechas”, dice sonriente el hijo a El Faro.
Otro señor mayor llega al Enrique Nieto en silla de ruedas. Lo hace solo, gracias a que el aparato que usa es eléctrico. Tras sortear el obstáculo de los escalones en un elevador, llega a la planta donde se encuentran las mesas.
No encuentra la suya y El Faro lo acompaña a la mesa correspondiente, donde deposita su voto.
Gema Aguilar se fotografía con una señora que se confiesa simpatizante de Podemos. “Hay que votar con responsabilidad, pero sin perder la sonrisa”, comenta Aguilar, y evoca el ‘sí se puede’, lema de Podemos. “Sí se pueden prohibir las puertas giratorias y garantizar la Sanidad y Educación públicas”.
José Carlos Martínez, antes de votar, casi confunde su papeleta con una del PP. “Esto hubiera dado para una buena foto”, dice entre risas antes de depositar las papeletas correspondientes en las urnas.