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El guardia civil que salvó a dos menores de morir asfixiados será recibido en Delegación
El pasado domingo, la decidida actuación de un agente de la Guardia Civil evitó que se produjera una tragedia en la ensenada de los Galápagos. En una cueva situada en ese lugar, donde se ocultaban unos menores extranjeros, se había declarado un fuego de forma fortuita. De los nueve chicos que se encontraban dentro, cuatro pudieron salir por su propio pie. Sin embargo, otros cinco, víctimas de la intoxicación causada por la densa humareda, estaban prácticamente inconscientes. Alguien tenía que prestarles ayuda, y el primero en hacerlo fue ese efectivo de la Benemérita.
Varios agentes del Instituto Armado se habían desplazado hasta la zona al haber tenido conocimiento de que unos menores habían tratado de robar en un coche aparcado en la cuesta de la Alcazaba. Por ese motivo estaban allí los guardias. Sin embargo, al ser conscientes de que la gruta donde se escondían fue pasto de las llamas, uno de ellos, sin pensárselo dos veces, accedió a la misma y logró sacar a dos de los chicos, a quienes salvó la vida. Tras ello, los Bomberos desplazados al lugar rescataron a los otros tres niños que todavía estaban atrapados en la cavidad.
Según ha podido saber El Faro gracias a fuentes que ha consultado, el agente de la Benemérita ha sido propuesto para recibir una medalla por esta actitud ejemplar.
Hoy, este miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado será recibido por el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, quien ayer declaró que sin la intervención de este guardia, “estaríamos hablando de una desgracia”. De ello no cabe duda.
Los melillenses estamos en deuda con héroes como este agente del Instituto Armado, así como con los de los Bomberos, pues todos ellos están siempre preparados para correr los riesgos que sean necesarios para salvar vidas humanas.