La Agrupación de Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) ha denunciado este viernes la "decadencia" de la prisión de Melilla a raíz de las últimas agresiones a funcionarios del centro penitenciario local.
En una nota de prensa, Acaip-UGT confirma la denuncia de CSIF: un interno multirreincidente ha agredido a varios funcionarios con extrema violencia. Dos de ellos necesitaron asistencia médica.
Acaip-UGT, sindicato mayoritario en el ámbito de prisiones, explica que los hechos acaecieron este jueves durante el turno de mañana en el departamento de Preventivos, cuando un interno que con baja médica se había quedando descansando en su habitación, accionó la alarma de emergencia.
Al presentarse los funcionarios, el preso indicó que le apetecía bajar al patio. Los funcionarios accedieron a la petición, pero el interno, visiblemente nervioso, propinó un puñetazo a uno de ellos y se abalanzó sobre los otros dos. Finalmente los funcionarios controlaron la situación logrando reducir al interno.
En éste punto el sindicato aclara que, felizmente, los funcionarios, tras recibir asistencia médica, se encuentran bien recuperándose de sus traumatismos.
El interno agresor, también fue atendido por los servicios médicos del establecimiento que decidieron enviarle al hospital porque se había resentido de un lesión en la pierna que había sufrido previamente a su entrada en prisión.
Una vez se presenta la ambulancia y la dotación de Policía, el preso se niega a ir al Centro Hospitalario porque no quiere ir esposado y agrede verbalmente al Jefe de Servicios, quien, ahora sí, decide aislarlo en su celda con un interno de apoyo para que no se autolesione.
"Es increíble la cantidad de medios materiales y profesionales puestos a disposición de una persona así (funcionarios de prisiones, servicios médicos penitenciarios, ambulancia, policía, servicios hospitalarios...) y el desprecio que hacen de ello", añaden desde Acaip-UGT.
El sindicato, en una nota de prensa, ha destacado que el director de la cárcel de Melilla, Francisco Rebollo, en ningún momento se ha interesado por el estado de los compañeros agredidos y sí por la situación del agresor. Por ello, la organización sindical vuelve a pedir su cese fulminante.
"Los funcionarios de prisiones somos conscientes de la peligrosidad de nuestro oficio, pero no se puede trabajar sin medios, sin apoyo y sin dignidad. El reo en cuestión debería haber sido aislado desde el primer momento, ser clasificado en primer grado y solicitar su traslado a una prisión de máxima seguridad de la península", añaden desde Acaip-UGT.
"Somos conscientes de que solo un milagro o una gran desgracia provocarán el cese del director. La delegada del Gobierno no se ha preocupado nada durante toda la legislatura de los problemas surgidos en la cárcel de Melilla. Sabrina Moh y Francisco Rebollo mantienen una relación cordial forjada en los múltiples "saraos oficiales" de la alta sociedad melillense a los que siempre van los mismos. La decadencia de la prisión de nuestra ciudad autónoma es impresionante. Nunca tanta indolencia, tanta incapacidad y tanto "no hacer nada" se han permitido durante tantos años en una prisión española", concluye la nota de prensa de Acaip-UGT.