El sindicato Acaip-UGT, mayoritario en el ámbito de prisiones, ha denunciado este viernes los graves problemas existentes en el Área de Tratamiento del Centro Penitenciario de Melilla, algo que en su opinión hace imposible la reinserción de los presos.
La organización sindical recuerda que el artículo 25 de la Constitución española establece que las penas privativas de libertad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social ya que el fin primordial de la Institución Penitenciaria es ayudar, educar y preparar a los internos para que se puedan integrar en la sociedad, de una forma normalizada, una vez cumplan sus condenas. Sin embargo, denuncian que "éste objetivo es totalmente inviable en la cárcel de la que es responsable Don Francisco Rebollo".
Según explican, en estos momentos no hay juristas en la prisión de Melilla porque los titulares de las dos plazas disponibles, están de excedencia. Además, solo hay una psicóloga para valorar a los internos y de los 4 educadores que recoge la relación de puestos de trabajo, solamente hay uno operativo.
Sin embargo, hay cuatro directores de Programas, que el sindicato considera que ocupan plazas creadas para un retiro dorado de antiguos mandos y que a día de hoy "nadie sabe a qué se dedican realmente".
Acaip-UGT denuncia asimismo que en la cárcel de Melilla no se imparten cursos de formación profesional y que el gimnasio únicamente está operativo cuando la Ciudad Autónoma envía un monitor deportivo de los Planes de Empleo.
Todo ello hace que los internos, siempre según Acaip, estén literalmente "tirados" en el patio perdiendo el tiempo, lo que conlleva que la conflictividad aumente considerablemente ya que muchos presos solo están pendientes de tratar de conseguir sustancias estupefacientes a las que son adictos.
"Es realmente triste que no tengan a quién consultar dudas y cuestiones jurídicas que afectan a sus condenas, que no tengan quién les aconseje para pedir permisos u otros beneficios penitenciarios, o que no sepan qué criterios rigen a la hora de otorgar los trabajos remunerados existentes", recalca.
"Esta es la real y penosa situación de la decadente prisión de Melilla dirigida desde hace más de 10 años por Don Francisco Rebollo", insisten desde el sindicato.
Este es el motivo por el que desde Acaip-UGT han vuelto a pedir este viernes el cese del director y el auxilio de la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, para que se interese, al menos, por la situación de los presos de su ciudad.
"Ya ha demostrado que los problemas de los funcionarios de prisiones no le interesan", dice el sindicato en alusión a la delegada.
No es la primera vez que los sindicatos de la cárcel de Melilla piden la dimisión de Rebollo. Ya lo han hecho varias veces este año por la negativa del director del centro penitenciario a pagar a los funcionarios la productividad extra de 2021 y además por no tomar medidas para acabar con la plaga de roedores y mosquitos que hay en la prisión.