La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) denunció ayer la situación de “casi 130.000 militares y sus familias, que ante el rigor de la crisis sufren en especial los recortes en derechos y en retribuciones, al tiempo que son olvidados en sus aspectos profesionales”.
Así lo apunta la entidad en una nota de prensa, a la vez que recuerda que ninguna de estas cuestiones saldrán a la luz el próximo lunes, cuando se celebre la Pascual Militar.
Para la AUME, esta celebración tiene por objetivo el “autobombo de un ministerio que mira más a la industria que a las personas que lo integran y a sus cometidos”. Asegura igualmente que no tiene ningún sentido, por cuanto “los españoles ya conocen que sus Fuerzas Armadas participan en misiones internacionales y que lo hacen bien”.
La asociación pide que la situación profesional de “miles de militares” cambie, ya que “llevan ya padeciendo durante más de dos años clamoroso incumplimiento de la ley, que está dejando a una gran parte de los miembros de las Fuerzas Armadas, sin expectativas profesionales, con una gran incertidumbre en sus carreras y con una situación laboral de contrato basura”.
Afirma asimismo que “la mitad de las Fuerzas Armadas profesionales está formada por militares temporales que dependen de unos contratos basura y que con los recortes previstos tienen una incertidumbre absoluta sobre su futuro inmediato y el de sus familiares”.
También subrayan que “el nuevo régimen disciplinario que se proyecta, lejos de acabar con las discriminaciones administrativas cuyo punto culminante son las privaciones de libertad sin intervención de un juez, viene a mantenernos en un régimen de totalitarismo administrativo semejante al de hace más de 40 años”.
Otro de los aspectos que denuncia la asociación es que se está produciendo un “incremento de las desigualdades con el resto de los servidores públicos” debido, según sus palabras, “a los recortes en derechos que tratan de igualarnos al resto del funcionariado”.
Como ejemplo explica que si bien se igualan los días de vacaciones y de permisos, “no se pagan las horas extraordinarias, no se compensan los días de más que sobrepasan la jornada en su cómputo anual; no se retribuyen las guardias y los servicios y en las reducciones de jornada por conciliación no se tienen en cuenta las especiales condiciones de vida y trabajo del militar”.
Por ello, ante esta situación y el “ninguneo” que, según denuncia, sufre el movimiento asociativo en los actos de especial relevancia, siendo incluso “apartado de los cuarteles como si se tratara de una infección, la AUME anuncia su intención de “emprender una nueva etapa reivindicativa∂∂∂∂, que muestre a la ciudadanía y a las instituciones del Estado, la verdadera situación de las Fuerzas Armadas”.
Reclama que el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas cobre “nueva intensidad y protagonismo”, y el Observatorio de la vida militar “arranque con plena independencia, medios materiales, personales y presupuestarios y con la vocación de ser el órgano que fiscalice la situación de los derechos de los militares y de sus condiciones de vida”.
Por último, la Asociación Unificada de Militares Españoles asegura que las “Fuerzas Armadas, no son, ni mucho menos, lo que en la Pascua Militar se va a trasladar a la sociedad”.