l Los azulinos salieron muy enchufados y antes de cumplirse la media hora de juego ya tenían el partido sentenciado l El Écija demostró la posición que ocupa en la clasificación y nunca dio la sensación de peligro. La UD Melilla consiguió una victoria balsámica que aleja el fantasma de la ansiedad después de encadenar cinco jornadas sin ganar, en un partido que encarriló antes de que el electrónico reflejara el minuto dos de juego. Los azulinos salieron muy enchufados y realizaron una primera media hora intensa en la que demostraron una gran efectividad de cara al marco contrario puesto que los tres primeros disparos que fueron entre los tres palos acabaron con la pelota en el fondo de las mallas visitantes.
Al partido le sobró el último cuarto de hora del primer tiempo y toda la segunda parte. A raíz del tercer gol el Melilla levantó el pie del acelerador y encaró el resto del encuentro con la única finalidad de defender el resultado e intentar sorprender a la contra a una defensa astigitana que demostró su fragilidad y el por qué es la segunda más goleada del Grupo IV. Los de Juan Moya apenas pasaron apuros para conservar la renta ante un equipo que cuando quiso entrar en el partido ya era demasiado tarde, a pesar de los intentos por engancharse al mismo de un Écija en el que Plata, Cervera y Javi Cabezas sobresalieron sobre el resto de sus compañeros.
La merecida victoria fue, sin duda, lo mejor de un encuentro desigual en el que el Melilla fue muy superior al rival en todas las facetas del juego cuando quiso y le aguantaron las fuerzas. Velocidad, juego vertical y acierto en la estrategia fueron las principales armas con las que los locales combatieron a un equipo que tendrá que mejorar mucho si quiere salir de la zona de descenso en la que se encuentra. A ello habría que añadir el reencuentro con el gol tras haber conseguido sólo uno en los cinco partidos precedentes y el volver a dejar la portería a cero, la cuarta vez en lo que llevamos de campeonato.
Las lesiones de David Vázquez y Bolaños supone también la nota negativa de un partido en el que los azulinos recibieron demasiadas tarjetas amarillas, aunque alguna de ellas provocada. Amarito, Aloisio y Fatah también se retiraron del campo con molestias aunque parece que no serán un impedimento para el próximo partido que el Melilla disputará en tierras malagueñas ante el CD El Palo.
El primer tiempo fue netamente de color azulino. El Melilla dominó desde el pitido inicial y pronto llegó el gol que allanó el camino y aplacó cualquier síntoma de ansiedad. La primera pelota que llegaba al área visitante acababa en córner tras un remate de espaldas de Guille Roldan. David Vázquez ejecutaba el lanzamiento de esquina y Mahanan, de perfecto testarazo, remataba al fondo de la red cuando aún no se habían cumplido los dos primeros minutos de juego.
El Écija intentó reponerse del gol encajado pero Chota defendió bien un saque de esquina botado por Cervera quien al filo del minuto 15' lo intentó desde lejos con una impresionante derechazo que se marchó fuera por poco.
Pero el Melilla no estaba por la labor de complicarse un partido que había empezado de dulce y en el 21' un saque en largo de Munir lo controló en las inmediaciones del área David Vázquez que jugó con Nacho Aznar, éste sobre Chota que abrió para Amarito y el centro raso y en diagonal del ayer volante izquierdo lo remató casi sobre la misma línea de gol y en el segundo palo el cordobés Guille Roldán.
Con el 2-0 en el marcador los azulinos siguieron apretando el acelerador y poco después la estrategia volvió a funcionar. De nuevo David Vázquez ejecutó un falta lateral a la espaldas de la defensa astigitana tras observar el desmarque de Nacho Aznar que el delantero melillense aprovechó para enganchar un tremendo zapatazo a la media vuelta y establecer el 3-0 cuando todavía no se había cumplido la media hora de partido.
Entre medias Chota lo intentó con un disparo raso que se marchó fuera muy ajustado a la cepa del poste izquierdo de la meta defendida por Sergio Sanz y sobre la bocina Iván Moya conectó un obús al que Munir respondió con una gran parada a mano cambiada enviando el cuero a córner.
La segunda parte no tuvo apenas historia. El Écija visitó con más frecuencia las proximidades del área local pero sin apenas verdadero peligro para la meta defendida por Munir. Juan Moya se vio obligado a introducir cambios en el equipo al retirarse Vázquez y Bolaños lesionados. Antes el técnico unionista decidió dar descanso a Amarito que arrastra molestias en el pubis.
Javi Cabezas intentó sorprender al meta melillense en dos disparos en el mismo minuto (68') pero el primero se marchó alto y el segundo fue a parar mansamente a las manos de Munir. Poco después fue Plata el que convirtió un libre indirecto dentro del área por cesión al portero en un trallazo que acabó en córner tras estrellarse en la barrera. En el minuto 82 Manolo dibujó un perfecto cambio de orientación desde la izquierda que Chota ganó en la pelea con el defensa para plantarse ante Sergio Sanz pero el goleador buscó la colocación en lugar de la potencia y el cuero se marchó fuera algo desviado.
Javi Pérez lanzó a las nubes un libre directo desde el balcón del área y Cervera, a pie cambiado, conectó un zurdazo que se marchó lamiendo el palo izquierdo del portal azulino. No hubo tiempo para más. El Melilla respira algo más tranquilo en la tabla y el Écija tendrá que esperar al domingo para intentar acercarse a los puestos de salvación.