La Comandancia General de Melilla realizó ayer un reconocimiento a los soldados de origen hispanoamericano y guineano que sirven en las unidades de la ciudad autónoma, al cumplirse el décimo aniversario de la readmisión de extranjeros en las Fuerzas Armadas.
El acto, presidido por el comandante general, Álvaro de la Peña, se desarrolló en el Salón del Trono del Cuartel General de Melilla.
Al mismo acudieron soldados de numerosas nacionalidades, como argentinos, bolivianos, uruguayos, brasileños, colombianos, chilenos, ecuatorianos, nicaragüenses, panameños, peruanos, dominicanos, venezolanos y guineanos, que suman unas 200 personas y que forman parte de la guarnición melillense.
El comandante general resaltó que la puerta a la entrada de extranjeros se abrió el 6 de febrero de 2002, día en el que el Gobierno presentó el proyecto de ley que les permitiría el acceso a la condición de militar profesional de tropa y marinería, y que se refrendó el 5 de julio de ese año.
“Juntos trabajamos para alcanzar con éxito nuestra misión, que no es otra que la defensa de España y los valores democráticos de nuestra sociedad”, destacó De la Peña.
Según el comandante general, la presencia de extranjeros en Melilla, no solo ha servido para cubrir puestos “con altos niveles de lealtad, entrega y eficacia”, sino que también ha puesto de manifiesto la capacidad de integración de las Fuerzas Armadas españolas, lo que ha servido de ejemplo ante el resto de la sociedad.
“Os exhorto, finalmente, a que ahora seáis vosotros los que hagáis labor de apertura y logréis que los demás lleguemos a conoceros y a conocer más de vuestros países de origen y costumbres, que en definitiva son también parte de nuestra propia identidad”, aseveró el comandante general.
Por último, De la Peña agradeció a las familias de estos militares “su comprensión, apoyo y sacrificio” porque gracias a ellas, estos soldados pueden dedicarse en cuerpo y alma a su profesión.