La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha adjudicado las tareas de supervisión de la segunda fase de las obras del Proyecto de Saneamiento y Depuración de Melilla. Se trata de un contrato de casi 350.000 euros que será sufragado con Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder).
El contrato ha sido adjudicado a una unión temporal de empresas (UTE), formada por la sociedad madrileña Applus Norcontrol y por la granadina Betancourt Ingenieros, que presentaron la oferta económica más ventajosa para la Administración, según recogió ayer la Plataforma de Contratación del Estado.
Por otra parte, ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a la que pertenece la demarcación de Melilla, Manuel Romero, destacó en el X Simposio de Hidrogeología la vigencia de las confederaciones hidrográficas para garantizar una política de aguas “igualitaria, integral e integradora”, con “independencia del color político gobernante en cada época”.