El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, se reunió ayer con altos mandos de Guardia Civil y Policía Nacional y Local para organizar el dispositivo que evitará que los porteadores pasen por Beni Enzar.
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, presidió ayer por la mañana una reunión con altos mandos de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local, con el objetivo de coordinar la reordenación del tráfico fronterizo, que comenzará el próximo lunes.
Se trata de concentrar todo el ‘comercio atípico’ en el puesto fronterizo de Barrio Chino, destinado al paso de mercancías, y reservar Beni Enzar, exclusivamente, para la circulación de peatones y vehículos.
El Barkani ya recalcó la necesidad de reordenar los tráficos, tanto de vehículos como de peatones y mercancías, en sus discursos con motivo de los patrones de Guardia Civil y Policía Nacional.
La intención de la reorganización del tráfico fronterizo es compaginar “el legítimo desarrollo de la importante actividad comercial con la observancia de un orden que permita mejorar la fluidez y la seguridad de todos los usuarios, así como de los funcionarios que realizan allí su labor diaria”, dijo el delegado del Gobierno.
Hay que tener en cuenta que esta decisión se toma a raíz de que desde primeros de mes y debido a la festividad del Aid el Kebir se han producido varias avalanchas de porteadores en Beni Enzar y Farhana que han terminado provocando agresiones con piedras, botellas y hasta navajas a los policías destinados en el principal paso fronterizo de la ciudad.
Las avalanchas estuvieron motivas por la subida del precio que pagan los contrabandistas por bulto, que pasó de 3 a 15 euros en los días previos a la fiesta del sacrificio del borrego, lo que les animaba a intentar hacer más portes ante la posibilidad de lograr más beneficios.
En la reunión que tuvo lugar ayer en la Delegación del Gobierno se diseñó el dispositivo necesario para hacer efectiva esa reordenación del tráfico que, según El Barkani, “aunque costará un gran esfuerzo, finalmente redundará en beneficio de todos”.
El pasado día 10, el delegado del Gobierno avanzó a los medios de comunicación que su idea es que el flujo de mercancías se lleve a cabo por el paso del Barrio Chino. “Veo normal que al cruzar entre ambos países se porte un par de bolsas o maletas, con eso no hay problema alguno, pero las mercancías hay que transportarlas de otra manera”, afirmó en alusión a los enormes fardos que cargan los porteadores por el principal paso fronterizo de la ciudad.
Para conseguir que todo el tráfico de mercancías y porteadores se concentre en Barrio Chino, el delegado del Gobierno recordó que la Ciudad ha ofrecido su colaboración para mejorar las infraestructuras de este paso fronterizo.
Un quinto paso fronterizo
En mayo pasado el presidente de la ciudad, Juan José Imbroda, anunció que Melilla tendrá un quinto paso fronterizo (ahora tiene cuatro: Beni Enzar, Barrio Chino, Farhana y Mariguari.
La nueva frontera estará a medio camino entre Beni Enzar y Barrio Chino. Aunque sobre esta infraestructura poco se sabe hasta el momento, sí ha trascendido que la idea surgió de las autoridades de Marruecos, que España la vio con buenos ojos y que la Ciudad Autónoma la apoyó inmediatamente.
A la espera de que se abra este quinto paso, los esfuerzos de la Delegación del Gobierno irán encaminados a concentrar todo el paso de mercancías por Barrio Chino sin que la reorganización “suponga un menoscabo de las medidas de seguridad de la zona”.
El ‘comercio atípico’ mueve cada año unos 500 millones de euros en la frontera de Melilla con Marruecos, según cálculos no oficiales de ONGs. Estas mismas fuentes hablan de que alrededor de unas 30.000 personas y vehículos atraviesan cada día la verja que separa la ciudad del país vecino.
Un octubre conflictivo con los porteadores
Este mes ha sido conflictivo en los pasos fronterizos que separan Melilla de Marruecos. Sobre todo en Beni Enzar y Farhana, donde la Policía Nacional se ha visto obligada a cerrar la verja y cortar el paso de porteadores en más de una ocasión. Estas decisiones no han gustado a las personas que se ganan la vida cargando bultos a la espalda y su enfado ha terminado con agresiones a los agentes del Cuerpo Nacional.
El primero de los incidentes tuvo lugar el pasado 3 de octubre en Beni Enzar. Ese día los porteadores se abalanzaron contra la verja y la Policía Nacional no tuvo más remedio que cortar el tráfico. La respuesta no se hizo esperar y desde ‘tierra de nadie’ comenzaron a lanzar piedras a los agentes.
Los ánimos siguieron caldeándose y tres días después, el jueves 6 de este mes, un porteador al que no se le permitió entrar en Melilla por carecer de documentación lanzó un ‘ladrillazo’ y le dio en el pecho a un subinspector de la Policía.
Tampoco fueron bien las cosas los días 12 y 15 de este mes. Eran festivos en España, pero los porteadores presionaron para que les permitieran entrar en la ciudad, pese a que los días de fiesta no se permite el ‘comercio atípico’.
Tras estos incidentes, la Delegación del Gobierno ha movido ficha. Para empezar, el autor del ‘ladrillazo’ al subinspector fue detenido y por otra perte, ayer se anunció que el lunes comenzará a reorganizarse el tráfico de mercancías. Abdelmalik El Barkani responde así a las críticas veladas que le llegaron desde la oposición, cuando el socialista Gregorio Escobar le pedía que afirmara o desmintiera las informaciones que apuntaban a que los porteadores habían vuelto a Beni Enzar.