Los Bomberos volvieron a sanear una vez más una cornisa de un edificio de la ciudad. Sacaron el camión con escalera de la estación para llegar a la parte alta y picar con cuidado parte de la fachada de un bloque de viviendas que hay frente al teatro Kursaal. Los vecinos les avisaron. Ésta es una cornisa que ya no se caerá encima de la cabeza de ningún melillense, aseguraba uno de ellos. Esta imagen de los Bomberos se está convirtiendo en algo casi habitual en las calles de Melilla. Si no son los elementos decorativos de los edificios modernistas los que acaban en el suelo, son el resto de fachadas de viviendas con algo de antigüedad.