El sector de la Hostelería en Melilla también está en horas bajas. Los empresarios encaran el verano sabedores de que los próximos meses pueden ser fundamentales para salir del hoyo o enquistarse en la bajada de clientes que llevan experimentando desde que comenzó el año. El presidente de la Asociación de Hosteleros, Amaruch Hassan, señaló en la jornada de ayer a El Faro, que la afluencia de clientes ha bajado un 30% durante junio.
Entre los pros que tiene el verano para estos negocios destaca el retorno de los estudiantes universitarios que pasan el curso en la península y vuelven a casa por vacaciones. Por otro lado, el principal ‘contra’ es la marcha de clientes los fines de semana a Saidia
Las terrazas se han convertido en una de las ventajas con las que cuentan los hosteleros y “es raro ver alguna vacía”, según Amaruch. Asimismo, resaltó que los empresarios esperan que en julio haya una buena afluencia de turistas, sobre todos familiares de melillenses, con la que reactivar sus negocios.
Existen buenas expectativas de que lleguen grupos de viajeros de la península, según afirmó Amaruch. “Durante junio hemos visto unos cuantos y algo se ha notado en caja”, aseveró.
Los que no se hacen notar en el consumo diario son los viajeros de la Operación Paso del Estrecho (OPE). Pese a la alta afluencia de pasajeros, aunque menor que el año pasado, éstos no desembolsan dinero alguno en los locales de hostelería de la ciudad autónoma. “Bajan del barco y se dirigen enseguida a la frontera para intentar pasar cuanto antes”, explicó Amaruch.
Efectos de la OPE
Pero no todo es negativo en este terreno. El presidente de la Asociación de Hosteleros reseñó que muchos de los viajeros de la OPE que se dirigen a Nador y sus alrededores suelen visitar Melilla una vez instalados en el país vecino para pasar las vacaciones. “Para ellos lo más importante es llegar a su destino, pero en cuanto se relajan un poco se animan visitar la ciudad uno o dos días”, apuntó.
Clientes “a la fuga” y Ramadán
El tema que más preocupa a los hosteleros para este verano es la ‘fuga’ de clientes a Saidia durante los fines de semana. Amaruch Hassan destacó que muchos melillenses pasan el fin de semana, cuando más consumo hay en hostelería, en esta localidad de la vecina Marruecos.
“Ya se está empezando a notar un poco y será peor en julio. Mucha gente se va a Saidia a descansar unos días y eso se nota en las ventas de los fines de semana”, insistió.
También repercute negativamente la marcha por vacaciones de la clientela diaria. “En cuanto los funcionarios se marchan de vacaciones, las cafeterías del centro lo notan”, apuntó.
En la otra cara de la moneda está el Ramadán, el cual esperan “como agua de mayo” muchos cafetines de la barriada de El Real y de El Rastro. “Es el sagrado mes de ayuno y los restaurantes acusan la bajada de clientes, pero los cafetines hacen su agosto durante esos días, porque la gente pasa la noche en vela consumiendo en las terrazas en compañía de familiares y amigos”, afirmó.
Así pues, el sector de la Hostelería afronta los próximos meses con luces y sombras en el horizonte. Pese a la bajada de clientela durante junio, el presidente de la asociación confía en que las cosas vayan a mejor durante las próximas semanas y que la llegada de estudiantes y turistas sirvan para reactivar el consumo.