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El aeropuerto de la ciudad realiza un simulacro de emergencia aeronáutica que moviliza a más de 60 efectivos
Pasadas las 11.00 del día de ayer, se activó la alerta después de que un avión con 24 pasajeros a bordo se saliese de la pista al aterrizar en condiciones meteorológicas adversas. La aeronave, un ATR 72 600, tomó tierra por la pista 15, pero se salió de la misa unos 200 metros por la explanada militar debido al viento cruzado imperante en ese momento.
Este imaginario aterrizaje fue el origen del simulacro de gestión de accidente aéreo y atención a víctimas, que durante la mañana de ayer movilizó a más de 60 efectivos de servicios de emergencias sanitarias y fuerzas de seguridad.
El objetivo ha sido poner a prueba los mecanismos de atención, gestión y coordinación entre operativos ante una catástrofe de estas características. Además, se pretendía evaluar los procedimientos de actuación en caso de un accidente aéreo de esta índole, así como analizar la eficacia de los mismos, los tiempos de respuesta y el grado de conocimiento e integración de todos los colectivos implicados para atender este tipo de emergencias.
Actuación
Para agilizar la atención, se instaló cerca de la zona del accidente simulado un Puesto de Mando Avanzado (PMA) y se ofreció la primera atención sanitaria a los heridos antes de su traslado al hospital.
También se abrió un protocolo judicial para la única persona fallecida y se ofreció atención psicológica a las personas que resultaron ilesas. En el propio aeropuerto, mientras tanto, se canalizó toda la vertiente informativa, y se habilitaron espacios para atender a los ocupantes del avión no heridos y a los familiares de los afectados, con apoyo psicológico.
Víctimas
Las víctimas, un papel que representaron voluntarios de la Comgemel, fueron atendidas por un amplio dispositivo sanitario, cuyos profesionales les realizaron las primeras atenciones antes de evacuarlos al hospital.
En este caso se trabajó sobre el hipotético escenario de una persona fallecida en el accidente y 23 rescatadas con vida tras el aterrizaje. De éstas, varias salieron ilesas y pudieron abandonar la aeronave por su propio pie. Otras, resultaron heridas de gravedad.
También se trató de manera pionera la nueva figura surgida de la reforma de la legislación aeronáutica que se centra en el trato a las víctimas: la Persona de Contacto o PECO. Así, también estuvo presente el psicólogo Juan Manuel Fernández.
Participación
En el simulacro participaron, además del personal de Aena y de otros colectivos que desarrollan su labor en el aeropuerto de Melilla, los medios externos involucrados en el Plan de Autoprotección: unidades de Protección Civil de la Ciudad Autónoma y de la Delegación de Gobierno, la Comandancia General de Melilla, la Comandancia Militar Aérea, personal del 112 y sanitario del 061, el Servicio Aéreo de Rescate (SAR), la Consejería de Seguridad Ciudadana, psicólogos, el juez de guardia y efectivos de la Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil.
La práctica se enmarcó de conformidad con las disposiciones de la Orden FOM 2086/2011, que regula el procedimiento para la planificación, realización y evaluación de simulacros. Además, formó parte del Plan de Autoprotección del Aeropuerto de Melilla, que se mantiene plenamente actualizado y operativo mediante simulacros periódicos para evaluar la capacidad de respuesta de los diferentes servicios aeroportuarios.