{jaimage crop="ML" /}El historiador José Antonio Senen expuso cómo ha evolucionado la motivación de las tropas. La Cátedra General Marina se centró ayer en la interrelación de la religión y la mitología y los ejércitos a lo largo de la historia. El encargado de tal análisis fue el historiador y sargento 1º José Antonio Senen. Ante un nutrido público en el Casino Militar, donde también se encontraba el comandante general de Melilla, Álvaro de la Peña, el licenciado en Historia expuso cómo ha evolucionado la motivación y misión de las tropas a lo largo de la historia en el entorno mediterráneo.
Desde las primeras civilizaciones, en Mesopotamia, pasando por Egipto, Grecia, Roma, la Edad Media hasta nuestros días, las religiones politeístas y monoteístas han influido notablemente en la acción de los ejércitos. Senen explicó que en esas primeras civilizaciones la religión o mitología servía de motor de las tropas, es decir, una motivación para hacer la guerra. De hecho, en algunas ocasiones se honraba a los dioses dando la vida en el campo de batalla y en otras, se les agradecía la vuelta a casa después de una contienda.
Senen hizo hincapié en el hecho de que la relación entre religión y ejército debe comprenderse desde el contexto histórico de cada momento y no desde una mentalidad del siglo XXI, pues hoy día, la religión no es la motivación de las tropas. Concretamente, en España la máxima de las Fuerzas Armadas es el respeto a todas las religiones y culturas. La vocación de servicio a la sociedad, a la Patria y la defensa del territorio español son las principales directrices del Ejército español del siglo XXI.
Así, se pone de relieve el hecho de que la religión y el ejército son dos conceptos no reñidos y sí interrelacionados a lo largo de la historia de la Humanidad.