Se ha arrestado desde 2011 a veinte personas relacionadas con esta organización delictiva, entre ellas, cuatro agentes de la Benemérita y una policía local de la ciudad.
La Guardia Civil ha desarticulado una importante organización dedicada al tráfico de drogas entre Marruecos y España. La banda se dedicaba a esta actividad delictiva introduciendo los estupefacientes en los barcos que conectan Melilla con Málaga, Almería y Motril, para su venta en la península. La droga era previamente conducida a la ciudad autónoma desde el país vecino utilizando lanchas.
Se trata de la ‘Operación Calzada’, desarrollada en Melilla bajo la supervisión y dirección del Juzgado de Instrucción Número Tres de la ciudad, que concluyó el miércoles con tres nuevas detenciones, entre ellas las del cabecilla de la banda.
La investigación se inició en octubre de 2011 y estuvo encabezada por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Comandancia de Melilla. A lo largo del operativo, la Benemérita llevó a cabo diversas desarticulaciones parciales contra esta red. Cada vez que se llevaba a cabo una actuación, la cabeza de la organización cambiaba el modus operandi para continuar con sus actos delictivos
Según detalló ayer la Guardia Civil en nota de prensa, la banda empleaba distintos métodos en función de las posibilidades de éxito que calculaban que iba a tener la introducción de droga en la península.
Las táctica más usada fue la de emplear embarcaciones de alta velocidad que salían desde la ciudad autónoma para dirigirse a Marruecos a cargar droga e introducirla en Melilla. Una vez de vuelta en la ciudad con la droga, la banda la subía a los buques que enlazan con la península oculta en vehículos o pasajeros. Para ello, contaban con “la complicidad y colaboración indispensable de guardias civiles que ocupaban puestos apropiados” para facilitar dicho acto delictivo.
A lo largo de la operación se llevaron a cabo dos servicios que concluyeron con la detención de varios integrantes de esta red. En la primera se detectó que la banda introducía la droga en los buques correo de Acciona Trasmediterránea a través de buzos que se acercaban al barco “amparados por la oscuridad de la noche” hasta la borda del buque, donde un enlace les esperaba para subir la droga.
En la segunda actuación, que tuvo lugar el pasado mes de julio en Almería, se detectaron 220 kilogramos de hachís en el interior de las ruedas de un vehículo todo terreno. Entre los detenidos en esta intervención había un agente de la Policía Local de Melilla, cuya función era conducir el vehículo a través de los diferentes controles de seguridad para embarcar rumbo a la península con la droga oculta en el coche.
A raíz de estas detenciones, la Guardia Civil consiguió numerosos indicios que apuntaban a la participación en esta organización delictiva de agentes destinados en determinados puestos de la Comandancia de Melilla, cuya misión consistía en facilitar a la banda su actividad, omitiendo su deber de perseguir el delito.
Siguiendo esta pista, se consiguieron esclarecer otros tres episodios en los que se empleaba el modus operandi anteriormente descrito: Embarques ilícitos de la droga en los buques con destino a la península y complicidad de agentes de la Benemérita para permitir que la droga llegase a su destino.
Resultado de la Operación
Con las tres detenciones llevadas a cabo en esta última semana (un agente de la Benemérita y dos civiles), la Guardia Civil ha logrado descabezar la organización. Entre los arrestados se encuentra el cerebro de las distintas operaciones de narcotráfico abortadas a lo largo de la investigación, que responde a las iniciales de Mustapha B. A., de 36 años de edad, huido de la justicia de Marruecos. En el desarrollo de la operación, la Guardia Civil ha aprehendido más de media tonelada de hachís y ha procedido a la detención de veinte personas, todas ellas de nacionalidad española y con domicilio en Melilla, a excepción del cabecilla.
Además, se intervinieron cuatro coches (uno de ellos de gama alta), una motocicleta, un quad, tres embarcaciones de alta velocidad, siete inmuebles, 40.000 euros en metálico, más de 70 terminales telefónicas, equipos de navegación, diverso material electrónico e informático y diversa documentación para su análisis por el Equipo de Delincuencia Organizada.