Cobraban 4.000 euros a los inmigrantes para acceder a la ciudad en dobles fondos. La Guardia Civil de Melilla informó ayer de la desarticulación de una red que se dedicaba a introducir desde Marruecos a inmigrantes ocultos en dobles fondos de vehículos, previo pago de entre 3.000 y 4.000 euros. Se trata de la operación ‘Bugbuss’, supervisada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Melilla, por la que han sido detenidas cuatro personas, dos melillenses y otros dos ciudadanos de origen marroquí, si bien no se descartan más detenciones.
La investigación se inició a principios del mes de octubre pasado, al detectarse la entrada de inmigrantes subsaharianos indocumentados en dobles fondos de vehículos. La primera fase se desarrolló en el mes de diciembre con la interceptación y neutralización de un vehículo de matrícula española en cuyo interior se halló en un doble fondo en la zona de salpicadero a un inmigrante. Fue entonces cuando se produjo la primera detención de un melillense, actualmente en prisión.
La segunda parte de la operación se ha desarrollado en este mes de enero con la detención de otras tres personas, que formaban parte del núcleo principal de la organización. Se trata de un ciudadano español, natural y vecino de Melilla, que ha sido puesto en libertad bajo una fianza de 40.000 euros y de dos ciudadanos marroquíes, que ponían en contacto a las mafias del vecino país con la parte asentada en Melilla y participaba de actos necesarios para la consecución de los delitos. Uno de ellos ingresó en prisión y otro está en libertad ‘apud acta’, por lo que debe comparecer en los juzgados melillenses los días 1 y 15 de cada mes.
Modus operandi
La organización se dedicaba de forma continua a la introducción de inmigrantes de origen subsahariano en dobles fondos en Melilla y tenía una estructura estable en la ciudad y en Marruecos. Contaban con tres vehículos con matrículas españolas para llevar a cabo sus actividades delictivas, por lo que la Guardia Civil estima que entre el 7 de octubre y el 5 de diciembre pasado, podrían haber logrado introducir en la ciudad a más de 55 personas de origen subsahariano.
La cantidad exigida por las mafias para acceder por este procedimiento del doble fondo, oscila entre los 3.000 y los 4.000 euros a cada uno de ellos, lo que supone un beneficio económico aproximado superior a 200.000 euros, en tan solo dos meses de actividad.
La trama contaba con infraestructura en la ciudad para llevar a cabo la “extracción” de los subsaharianos de forma segura, donde se procedía al montaje y desmontaje del vehículo una vez efectuado “el pase” y posteriormente realizaban “las descargas” en puntos apartados.
Para llevar a cabo sus actividades delictivas era esencial hacerse con vehículos nacionales, en este caso, para mayor seguridad, en los que habilitaban los dobles fondos, realizándose sucesivas transacciones de titularidad para eliminar todo rastro.
En este aspecto, la Guardia Civil hizo un llamamiento a la ciudadanía para que no acepte poner un vehículo a su nombre a cambio de cantidades inferiores a 50 euros, ya que nunca llegan a saber quién es el auténtico propietario, ni el destino final del coche, pero pueden tener responsabilidad administrativa y penal ante este tipo de hechos.
Por último, el Instituto Armado destacó que, fruto del exhaustivo análisis realizado, se presume que la parte de la organización asentada en Marruecos puede contar con más de 100 vehículos para ser utilizados en cualquier momento y para la actividad que consideren oportuna.