La céntrica plaza melillense fue el punto de encuentro de cientos de melillenses que no quisieron perderse el Festival de Navidad que los profesores y alumnos de la Escuela de Danza prepararon para tal ocasión. La plaza de las Culturas fue en la mañana de ayer el centro neurálgico de la actividad social melillense, gracias al festival navideño que ofrecieron los alumnos de la Escuela de Danza de Melilla. Aprovechando el buen tiempo que sorprendió este sábado a los melillenses en pleno mes de diciembre, los alumnos, pequeños y mayores, vistieron sus mejores galas para ofrecer el mejor de los espectáculos en homenaje a las fiestas navideñas que la ciudad está ya celebrando.
Padres, abuelos y amigos se agolpaban para conseguir un lugar en las gradas instaladas por la Viceconsejería de Festejos para tal evento, y otros simplemente, de pie, disfrutaron de las canciones y bailes, preparados por los profesores de la Escuela municipal de Danza.
Vestidos de pitufos, de manzanas, de pastorcitos, de mimos o con un simple paraguas, los pequeños de la casa se esmeraron en sus representaciones cosechando el aplauso de todos los asistentes en cada actuación que realizaron.
La plaza de las Culturas fue un continuo tránsito de familias y ciudadanos que acudieron para presenciar el festival o simplemente se desplazaron allí para pasar una agradable mañana con sus hijos. Otros melillenses que paseaban por la zona aprovecharon para hacer algunas compras en las casetas instaladas en la muralla de Melilla La Vieja y visitar el Belén Oficial de Melilla en el Foso del Hornabeque, recientemente inaugurado por las autoridades locales.
Mientras los alumnos de la Escuela de Danza realizaban sus actuaciones, se pudo ver en las inmediaciones al viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz, quien también pudo ser testigo del éxito de la convocatoria. Por la tarde, los alumnos de la Escuela de Danza se desplazaron al antiguo cuartel de Bomberos, en el barrio del Tesorillo, para ofrecer a los vecinos una exhibición de sus bailes navideños.