El Plan de Ordenación Urbana vigente en la ciudad desde 1995 prohíbe el tendido de cables por la fachada en las nuevas edificaciones y en el conjunto histórico artístico.
Mires para donde mires, las fachadas del centro de Melilla están hasta los topes de cables, pese a que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1995 lo prohíbe en su norma 439.
Expertos consultados por El Faro recuerdan que el PGOU de Melilla impide el tendido de cables por la fachada, “cualquiera que sea la naturaleza (telefonía, alumbrado público, vídeo comunitario...) previéndose a tal efecto y de forma oculta en la misma por el promotor, los conductos necesarios de acuerdo con las compañías suministradoras”.
Si bien esta norma es aplicable a las nuevas construcciones, en el conjunto histórico artístico de la ciudad es la Comisión del Patrimonio la que tiene que establecer los criterios y la que autorice las intervenciones, añaden.
Todo proyecto debe presentarse a la Comisión para obtener su aprobación y es entonces cuando en Fomento se puede obtener esa licencia, añaden.
El PERI, estancado
La Comisión de Patrimonio debería tener como instrumento para conceder esas autorizaciones el PERI del conjunto histórico artístico de Melilla, “pero no tiene una aprobación definitiva porque está dormido en la Consejería de Fomento”, critican.
Esta Comisión, insisten las mismas fuentes, “debería ser la encargada de proponer nuevas ideas e iniciativas innovadoras para salvaguardar el patrimonio”.
Una de estas propuestas podría ser, apuntan, la instalación de unas canaletas aprobadas por la Comisión de Patrimonio, que sean las que se exijan en el recinto histórico.
No obstante reconocen que “tiene más impacto ver instaladas en las fachadas de edificios modernistas de la ciudad las máquinas de aire acondicionado y los toldos volumétricos”.
Razones para no ser Patrimonio de la Humanidad
Son muchas las ciudades que tienen el cableado por las fachadas explican expertos en arquitectura consultados por El Faro. En su opinión, esto se debe, principalmente “al gran coste que tendría enterrar las líneas y el elevado precio que habría que pagar por el mantenimiento. Habría que abrir zanjas para arreglar las fachadas, además de encontrarse con otras instalaciones fuera de profundidad (saneamiento y agua potable)”.
Para ciudades de alto grado sísmico es obligatorio el tendido aéreo y en este caso, el coste de las reparaciones es bastante inferior.
Consultados por El Faro sobre si el cableado a la vista sería motivo para no conseguir para la ciudad la declaración de Patrimonio de la Humanidad, las mismas fuentes admitieron que sí sería un motivo, aunque no una razón determinante. “Seguro que existirán más razones. Sólo por los cables no nos dejarán de dar la catalogación”.
Melilla presentó la candidatura a la Unesco haciendo hincapié, por un lado, en la arquitectura modernista de la zona centro y en el valor histórico de Melilla La Vieja y los fuertes exteriores.
De manera paralela se destacó la riqueza de religiones y culturas con las que cuenta la ciudad, así como la convivencia en equilibrio y armonía de las diferentes culturas. También se incluyó en la candidatura la riqueza natural de las Islas Chafarinas.