B.B., de origen argelino y residente en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, formaba a los ladrones y decidía dónde actuaban. La Guardia Civil ha detenido al cabecilla de una banda formada mayoritariamente por residentes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla que se dedicaba a desvalijar tiendas de la ciudad.
B.B., de origen argelino y residente en el CETI, está acusado de ser el máximo responsable de una organización con una estructura delictiva piramidal que cometió 200 hurtos en comercios locales.
Tras las investigaciones, la Guardia Civil asegura que el ahora detenido se encargaba de formar a los miembros de la banda del CETI en la manipulación de bolsos para evitar que sonaran las alarmas de los establecimientos.
Según explican fuentes de la Benemérita, los ladrones forraban los bolsos y las bolsas de mano con papel de aluminio para distorsionar las señales eléctricas de los sistemas de seguridad.
También utilizaban herramientas con las que forzaban y desmontaban los sistemas antirrobos de las prendas que sustraían.
Los agentes achacan además a B.B. la responsabilidad de determinar qué comercios iban a ser desvalijados, comprobar si se daban o no las condiciones ideales para cometer los robos, dar parte del número de dependientes, personas en el interior del local, vigilantes de seguridad, agentes policiales en las inmediaciones de la tienda... así como evaluar y planificar los actos delictivos, incluso valiéndose de menores de edad para no levantar sospechas.
Tras una “laboriosa investigación”, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Melilla ha procedido a la identificación y detención de B.B., a quien han imputado los supuestos delitos de dirigente de asociación ilícita y hurtos continuados.
La operación Titane de la Benemérita dio inicio en agosto pasado cuando la Guardia Civil consiguió recuperar unos 650 artículos procedentes de 200 robos, que alcanzaban en el mercado un valor cercano a los 15.000 euros.
Hasta el momento hay doce personas detenidas en la operación que ha sido supervisada por el juzgado de instrucción número tres de Melilla. La mayoría son de nacionalidad argelina y estaban acogidas en el CETI.