Los expertos aseguran que el café no tiene relación directa con padecer hipertensión.
Tres o cuatro tazas de café al día ayudan a prevenir la diabetes tipo 2, la más frecuente, según las conclusiones de los estudios presentados en el VII Congreso Mundial en la Prevención de la Diabetes y sus Complicaciones, que ha celebrado en Madrid con motivo del Día Mundial de la Diabetes. Entre los mecanismos que intervienen en la prevención de esta enfermedad figuran una reducción de la inflamación, del estrés oxidativo y de la secreción del colesterol. Uno de los mayores investigadores internacionales en los beneficios del café, el profesor de la Universidad de Helsinki Jaakko Tuomilehto, codirector del congreso, asegura que “se ha demostrado que entre tres y cuatro tazas al día de café permiten reducir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, lo que se debe a una combinación de químicos presentes en esta semilla que intervienen en el metabolismo”. Entre estos ingredientes destaca el ácido clorogénico que favorece la secreción de una hormona que estimula el transporte de la glucosa. Ese mecanismo de acción se une a otros ya demostrados, como su papel en el retraso de la absorción intestinal de la glucosa y la inhibición de la generación de ésta. Para la doctora Pilar Riobó, especialista en endocrinología y nutrición que participó en el congreso, “diversos estudios apuntan a que la disminución del riesgo de diabetes se debe, en parte, a un posible efecto sobre la ganancia de peso de la cafeína u otros componentes del café”. Entre las conclusiones de los expertos figura que el consumo de café incrementa la sensibilidad a la insulina. El efecto del café aumenta con la dosis. Así, cada taza adicional de café consumida al día permitía una reducción adicional del 7% en el riesgo de diabetes. Riobó desmintió algunos de los mitos relacionados con el café y las enfermedades cardiovasculares. “Aunque algunos primeros análisis se habían establecido una unión entre el excesivo consumo de café y las cardiopatías, no se tuvieron en cuenta otros factores de riesgo, como la dieta y el tabaquismo”. Así, añadió que “el consumo moderado de café está inversamente asociado con el riesgo de insuficiencia cardíaca y parece tener un ligero beneficio en la prevención del ictus”. Además, indicó que tampoco tiene relación con la hipertensión.