Fue encontrado el lunes a las 22:30 por un guardia civil que se encontraba fuera de servicio. Todo apunta a que murió ahogado al intentar llegar a Melilla de manera ilegal.
La Guardia Civil encontró el lunes a las 22:30 horas el cadáver de un inmigrante de origen subsahariano en la playa de Horcas Coloradas, según comunicó la Delegación del Gobierno a El Faro en la jornada de ayer. Aunque se desconoce la causa exacta de la muerte, los primeros informes forenses apuntan a que murió ahogado.
El cadáver fue hallado por un agente de la Benemérita fuera de servicio. Cuando caminaba por el paseo marítimo de Horcas Coloradas, tres jóvenes que le conocían le advirtieron de que en la playa había una persona inmóvil tumbada en la arena. Al acercarse al lugar que le indicaron, el guardia civil comprobó que se trataba de un cadáver. Inmediatamente, llamó por teléfono a sus compañeros del instituto armado, que a su vez alertaron a la Policía Nacional.
En pocos minutos se personó en Horcas Coloradas la Unidad Orgánica de Policía Judicial. A las 23:00 horas, el juez ordenó el levantamiento del cadáver. Según las primeras impresiones del forense, se trataba de un varón de entre 25 y 30 años de edad, de una altura de 1,74 centímetros, aproximadamente.
El cuerpo no presentaba ningún signo de violencia y todo indica que murió ahogado al intentar llegar a la ciudad autónoma de manera irregular. El inmigrante fue hallado en camiseta interior y calzoncillos. Se calcula que llevaba muerto entre cinco y siete días. De confirmarse esta hipótesis, su muerte coincidiría con el temporal de levante que azotó la costa melillense durante la semana pasada.
Por el momento se desconocen los detalles de la muerte. Se baraja la posibilidad de que intentara alcanzar la playa a nado desde Marruecos y se ahogara en el intento o que la marea lo trajera a la costa procedente del naufragio del alguna patera. En lo que respecta a esta última posibilidad, desde Delegación del Gobierno subrayaron que no tenían constancia de que se hubiera producido un suceso de dichas características en las últimas semanas.
Por otro lado, esta prácticamente descartado que perteneciera al grupo de 40 inmigrantes que llegó a la playa de Los Cárabos el pasado martes en una embarcación a motor. Es común que las Fuerzas y Cuerpos del Estado pregunten a los subsaharianos el número de personas que se encontraban a bordo y si tuvieron algún percance durante la travesía. En este caso, ninguno alertó sobre la caída al mar de algún compañero.
Tercer fallecido en un mes
Se trata del tercer inmigrante que fallece en las costas de Melilla en poco más de un mes. El primero fue un bebé subsahariano de ocho meses, que fue encontrado en las escolleras de Trápana. Murió ahogado al caer de la embarcación neumática en la que viajaba con su madre y otras trece personas, que tuvieron que ser rescatadas por agentes de la Guardia Civil al hundirse su nave.
Tan sólo un día después, se halló el cuerpo de una niña de cuatro años en la cala de Los Galápagos. Todo apuntó a que iba en la misma patera que naufragó frente a Trápana.
Así pues, el drama de la inmigración ilegal se cobra una nueva víctima mortal. Melilla continúa bajo una fuerte presión migratoria a día de hoy, con habituales intentos de entrada. En los últimos meses se han incrementado los asaltos a la valla fronteriza en detrimento de las entradas por vía marítima, que fueron mucho más habituales durante el año pasado. No obstante, aún se siguen produciendo llegadas en patera, como la que tuvo lugar el pasado martes.
Benemérita y Policía Nacional mantienen la alerta en la valla.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mantienen el dispositivo de vigilancia en torno a la valla fronteriza ante la posibilidad de que se produzca un intento de entrada por parte de inmigrantes subsaharianos, según informó en la jornada de ayer la Delegación del Gobierno en Melilla.
Hay que recordar que el pasado lunes se avistó en Marruecos a varios grupos de inmigrantes realizando movimientos con el objetivo de acercarse a la valla y entrar en la ciudad autónoma de manera ilegal.
La primera bolsa de subsaharianos, que se avistó en torno a las 7:30 horas, estaba compuesta por unas 500 personas. A las 11:30 se detectó a otra compuesta por unos 200 subsaharianos. Ninguno de ellos logró aproximarse al perímetro fronterizo gracias a los esfuerzos de la Policía marroquí.