El oncólogo del Comarcal señaló que los conflictos afectivos del paciente no determinan ni la aparición del tumor, ni evolución, como mantiene el bioquímico Vicent Guillem.
El cáncer no tiene un origen emocional. Así lo afirmó ayer, en declaraciones a El Faro, el oncólogo del Hospital Comarcal Eduardo Alberto Triguboff. El médico contradecía con esta afirmación, lo manifestado, también en este periodico por el doctor en bioquímica Vicent Guillem, que señaló que los conflictos emocionales pueden provocar que se desarrollen diferentes enfermedades, entre ellas el cáncer. Guillem precisó, incluso, que dependiendo del conflicto, el cáncer que aparecía era uno u otro y que la pérdida de un ser querido, por ejemplo, podía causar que se desarrollara un cáncer de mama. El óncologo del Comarcal aseguró que no existen investigaciones que demuestren esto. Triguboff afirmó que en la única línea en la que hay estudios “serios” es en referencia a una persona que ya tuvo un cáncer y que con el paso del tiempo, debido a un episodio de estrés severo, puede volver a desarrollarlo. Aunque ni siquiera en este punto, señaló, se puede hacer una afirmación rotunda, porque no está demostrado. Triguboff explicó que el único aspecto en el que influye directamente el estado emocional del paciente es en su actitud para luchar contra la enfermedad. En este sentido, indicó que sí es importante que el enfermo tenga fuerza para querer salir adelante y que se implique en el tratamiento. Sin embargo ,negó que en la aparición o en la evolución de un tumor tenga algo que ver el estado emocional de la persona que lo sufre. “Cuando nosotros diagnosticamos un cáncer, es importante que el paciente quiera luchar para seguir adelante, ahí es donde está más presente la parte emocional o afectiva”, afirmó. El experto indicó, asimismo, que en los últimos congresos internacionales sobre oncología en los que ha participado, en ningún momento se ha hablado de este origen emocional como posible causa del desarrollo o del empeoramiento de esta enfermedad. “Si realmente esto fuera así, no seríamos necesarios los oncólogos. El cáncer lo trataría un psiquiatra o psicólogo”, apuntó. Por otra parte, Triguboff señaló que si hay más incidencia de cáncer es porque la esperanza de vida ha crecido mucho en los últimos años. “Ahora la gente vive más años, por eso se dan más casos”, indicó el oncólogo. Sin embargo, negó rotundamente que la probabilidad de morir cuando se padece esta enfermedad haya aumentado también. Con esto, el oncólgo respondó a la afirmación de Guillem que se refirió en su argumentación sobre el origen emocional de las enfermedades a que el aumento del índice de mortalidad en los enfermos de cáncer era un síntoma de que vivimos en un mundo en el que hay mucho sufrimiento emocional. Triguboff apuntó, además, que cuando se habla de cáncer son muchos los que se refieren a tratamientos alternativos para conseguir su curación, pero hasta el momento la única vía demostrada para lograr que un enfermo consiga recuperarse de esta enfermedad es la medicina convencional. El experto insistió en que no hay ninguna investigación oncológica que demuestre que el componente emocional determine que una persona padezca cáncer.