Familiares y amigos arroparon al oncólogo y al guardia civil, reconocidos con la máxima distinción de la Asamblea de Melilla por alcanzar la excelencia en la esencia de sus profesiones, el servicio al ciudadano.
“Es emocionante recibir un premio por hacer un trabajo que me gusta”, aseguró el oncólogo José Luis García Puche, mientras que el guardia civil Javier González Ferrón apuntó que “hice lo que tenía que hacer, dar la oportunidad de vivir a los que han perdido la esperanza”. Por su “excelente” servicio a la sociedad y al ciudadano ambos recibieron ayer sendas Medallas de Oro 2012, acordadas el pasado mes de junio por unanimidad de la Asamblea de Melilla. La máxima distinción que ésta otorga cada año y que se celebra el 17 de septiembre, Día de Melilla. Familiares y amigos arroparon a ambos galardonados en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea, en las Medallas de Oro más “humanas” que se hayan entregado.
Tras recibir de manos del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, la medalla, el oncólogo José Luis García Puche pronunció un emotivo discurso en el que dijo sentir “satisfacción, honor y suerte”. “Estoy contento porque los médicos ayudan a la gente con problemas y mientras tenga fuerzas y una neurona de guardia, seguiré haciendo mi trabajo”, aseguró.
“Satisfacción, honor y suerte”
El oncólogo recordó que, junto con su colega Antonio García Castillo, impulsaron la creación de la Unidad de Oncología en el hospital Comarcal de Melilla, así como la Unidad de Cuidados Paliativos para que los enfermos de cáncer pudieran recibir sus “penosos” tratamientos en su ciudad natal y evitar tener que desplazarse hasta la península para ello.
García Puche también quiso reconocer la entrega y el trabajo de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Melilla, en concreto, a Miguel Ángel Carmona y Lely Muñoz, pues han ayudado a que esta Unidad en el Comarcal “no muriera”, apuntó el oncólogo, cuando quedó una plaza vacante. García Puche reconoció que gracias al apoyo del personal del Hospital de Día, el área de Medicina Interna y el actual gerente del hospital, Pedro Villarroel, la Unidad de Oncología y la de Cuidados Paliativos siguen hoy ofreciendo una atención de calidad a los enfermos de cáncer.
“Lo mejor de Melilla son los melillenses”, finalizó el doctor granadino, cosechando el aplauso de los presentes, no sin antes agradecer a su esposa e hijos el apoyo recibido durante su carrera y a la Asamblea de Melilla por concederle la Medalla de Oro.
“Soy un hombre y guardia civil”
Seguidamente, el cabo de la Guardia Civil Javier González Ferrón pronunció un breve discurso que comenzó, manifestando su orgullo por pertenecer a la Benemérita: “Soy un hombre y un guardia civil, profesión que me da la oportunidad de trabajar por una sociedad más justa y solidaria”.
Entre los presentes se encontraba Lydie Vanina Gbamale y su familia. A ella y a su hijo mayor les rescató González Ferrón de una muerte segura el pasado 10 de noviembre de 2011, cuando intentaban llegar a la ciudad en una patera.
De estos acontecimientos, el guardia civil aseguró no acordarse de casi nada, sólo de lo que sintió en esos momentos. “No pensé en el peligro, solo pensé en lo que tenía que hacer, dar la oportunidad de vivir a los que han perdido la esperanza”, afirmó.
Como integrante del Grupo Especializado en Actividades Subacuáticas (GEAS) del Instituto Armado, González Ferrón expresó los “sentimientos contradictorios”, que como él tienen sus compañeros: “Por un lado tenemos que hacer cumplir la ley y, por otro, afrontar el drama de la inmigración irregular”.
Para finalizar su emocionante intervención ante un repleto Salón Dorado, el cabo de la Guardia Civil quiso compartir la Medalla de Oro con sus compañeros de la Benemérita, quienes, cada día, trabajan “con tesón”, bajo los valores del “respeto, el esfuerzo y la humanidad”.