Pablo Fernández es un chico tímido a la vez que inquieto y muy trabajador. Tiene 23 años. Está trabajando como vigilante de seguridad y en septiembre comenzará el segundo curso de grado medio de Técnico en Emergencia Sanitaria. Ni su trabajo ni sus estudios están relacionados con el mundo de la moda, pero eso no ha evitado que el jurado del certamen de Míster Melilla 2012 le otorgara la banda el pasado sábado casi por unanimidad. Todos los jueces le dieron la puntuación máxima, es decir, seis puntos, menos uno que dio cinco. Este joven melillense está muy emocionado porque tanto la experiencia de toda la semana pasada ensayando con los compañeros y los organizadores del concurso, como la gala fueron muy bonitas para él.
Pablo recuerda que los momentos de más nerviosismo los vivió justo en las votaciones del jurado. Asegura que no estaba pendiente de los puntos de los jueces porque no podía sentir ni las piernas, pero que veía a su familia saltar y gritar su nombre a lo lejos. Y es que ha sido el apoyo de ellos y de sus amigos lo que le impulsó a apuntarse este año al certamen de Míster Melilla 2012.
Este joven melillense comentó que es “coqueto” y por eso le gusta ir arreglado, pero que nunca había pensado que pudiera tener un futuro en la moda. Ahora está abierto a las posibilidades que surjan en este mundo.
Pablo estuvo durante cuatro años y medio en la única UVI móvil de Melilla como auxiliar de Enfermería. Sin embargo, como ahora es obligatorio el título de Técnico en Emergencias Sanitaria para desarrollar este trabajo que le gustaba tanto, ha decido continuar sus estudios en este ámbito. También es monitor de musculación en el Santa’s Gym, y los dueños de este gimnasio, Eduardo y Antonio, le ayudaron a prepararse para este concurso.
Una semana intensa
En el futuro se ve como técnico de ambulancias, que es la profesión para la que se está preparando. Sin embargo, reconoce que el mundo de la moda le está enganchando. No sabía qué era desfilar ni ha hecho nunca una sesión de fotografías, pero está dispuesto a aprender porque afirma que conforme va conociendo más cosas de este mundo de las pasarelas y los desfiles, más le está gustando.
La semana pasada fue muy intensa, pues tuvo que compatibilizar su trabajo con los ensayos de la gala. Pablo asegura que ha conocido a muchos chicos y que durante todos esos días ha reinado el compañerismo y no ha habido rivalidad ninguna.
Manolo Margar y Eva Blanco le dieron un par de consejos, como que mantuviera los hombros rectos para caminar o que sonriera a la cámara.
Pablo indicó que presentarse a este certamen ha sido un reto personal. Nunca se había subido a un escenario ni había hablado en público, por lo que reconoció que cuando le tocó contestar a la pregunta de la presentadora en la gala se puso muy nervioso.
Otro de los detalles que recuerda del sábado es a los organizadores metiéndoles prisa para que se cambiaran lo antes posible. Asegura que durante los ensayos no era necesario y que le sorprendió mucho ver cómo todos iban corriendo de un lado a otro.
“Los deportes me apasionan”, aseguró a El Faro. Senderismo, pesca submarina desde los ocho años, natación o caminar son algunas de sus actividades favoritas. También los animales son su debilidad, hace pronto que se compró un guacamayo.
Recibirán un premio económico y otros regalos de los patrocinadores, pero lo más importante es el orgullo que le produce el representar a Melilla a nivel nacional en el certamen de Míster España el próximo año.