La Consejería de Medio Ambiente confirmó ayer el cierre y señaló que los buzos volverán a inspeccionar el fondo marino del que volvió a salir restos este fin de semana.
Sólo un fin de semana ha permanecido abierta Horcas Coloradas al baño. Después de semanas anunciando una fecha para una apertura que parecía que no se iba a producir nunca, el pasado viernes, la Consejería de Medio Ambiente, después de la última inspección técnica, anunciaba que los melillenses podrían por fin disfrutar de esta playa. Sin embargo sólo tres días después, ayer, se volvía a cerrar por peligro en el fondo marino.
El consejero de Medio Ambiente, José Ángel Pérez Calabuig, confirmó ayer en declaraciones a El Faro, que efectivamente los técnicos del área habían decidido cerrar la playa por su seguridad, después de que este fin de semana algunas personas hubieran sufrido pequeños cortes, debido a los restos que había en el fondo marino.
Calabuig explicó que el levante y el cambio de mareas han removido el fondo marino y que esta es la razón por la que han decidido cerrarla de nuevo para evitar riesgos a los bañistas.
Asimismo, el consejero explicó que los técnicos de su área volverán a analizar la zona con la ayuda d de los buzos, que una vez más se sumergirán en las aguas de Horcas Coloradas para ver en que estado se encuentra el fondo y emitir un nuevo informe.
La playa se reabrió el pasado viernes; sin embargo, el tiempo, nublado la mayor parte del fin de semana, no había animado mucho a los melillenses a acercarse a la zona para probar las aguas de la playa. Quienes lo hicieron , parece, a juzgar por lo relatado ayer por el consejero, que tampoco acertaron mucho, ya que algunos de ellos sufrieron cortes.
La consejería y el servicio de emergencias 112 recuerdan ahora a los bañistas que cumplan con la prohibición y que estén atentos a la señalización que haya en cada momento antes de decidir si darse o no un baño. Ya por la mañana, antes de que se anunciara el cierre, el 112 a través de su cuenta de Twitter advertía que la bandera roja ondeaba en esta playa, mientras que en el resto del litoral melillense había bandera verde.
El cartel que advertía de la prohibición del baño, no llegó a retirarse, a pesar de que se abriera la playa, por lo que parece que desde Medio Ambiente no estaban del todo seguros de que la apertura fuera a ser definitiva.
Ahora habrá que esperar a que se escriba el nuevo informe para ver si realmente la playa podrá abrirse a los bañistas.
La Consejería lleva meses trabajando en la limpieza del fondo, pero a pesar de ello el problema no termina de tener una solución definitiva. Desde que el 2010 se abriera la playa han sido varios los intentos de limpiarla que se han llevado a cabo, y aunque el objetivo era que este verano los melillenses pudieran disfrutar de ella, no termina de ser posible.
A pesar de haber adquirido todo el mobiliarios, y de que incluso se abriera una línea de la COA que llegaba hasta la zona, la basura del fondo marino sigue estando presente e impidiendo que los melillenses puedan darse un chapuzón con tranquilidad. En los próximos días se verá si se produce la apertura definitiva, o si lo de este fin de semana ha sido solo un espejismo.