Creen que la Ciudad debe presionar a la compañía para que excluya del Plan de Eficiencia el aeródromo local, tal y como hizo el Ejecutivo canario en el caso de El Hierro y la Gomera. Los trabajadores del aeropuerto de Melilla tienen claro que la mediación del Gobierno de la Ciudad Autónoma es “fundamental” para frenar las intenciones de AENA Aeropuertos de reducir la plantilla en 23 personas. Tomando la palabra del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y la del vicepresidente, Miguel Marín, consideran que deben exigir a la compañía que el aeropuerto de Melilla se deje fuera del Plan de Eficiencia. El factor político de este asunto es una de las bazas que tienen estos trabajadores tomando como ejemplo el caso de los aeródromos de El Hierro y la Gomera, que, teniendo similares características que el de Melilla, no fueron incluidos en el Plan de AENA gracias a la intervención “a tiempo” del Gobierno de Canarias. La reunión que los trabajadores tuvieron ayer con uno de los integrantes de la Coordinadora Sindical Estatal (CSE), Francisco Fernández, que viajó a la ciudad para informar de los últimos avances en las negociaciones con AENA, llegaron a la conclusión de que el Plan de Eficiencia de la compañía no solamente responde a motivos económicos sino también viene influido por motivos políticos. Es el caso del aeropuerto de Vitoria, donde la empresa prevé una “drástica” reducción de la plantilla. De 135 empleados, el Plan de Eficiencia contempla reducir 105 puestos de trabajo, pero al parecer este planteamiento está paralizado por el momento a instancias del Ministerio de Fomento. Según explicó Fernández durante el encuentro, de los 19 aeropuertos y helipuertos que se ven afectados, en principio, por este Plan de Eficiencia, tres tienen unas características especiales que deben ser considerados especialmente: Vitoria, Córdoba y Melilla. En los tres casos se trata de aeropuertos con cierta antigüedad, que tienen unas plantillas estables y con arraigo en la localidad donde se ubican. Sin embargo, en los dos primeros casos otros aeródromos cercanos podrían asimilar el recorte de las plantillas en Vitoria y Córdoba. Pero Melilla no. “Cualquier salida o traslado en el caso de Melilla es traumático”, aseguró. Por ello, las bazas con las que cuentan los empleados del aeropuerto local para conservar sus puestos de trabajo es que el plan de viabilidad ofrezca unas condiciones lo suficientemente atractivas para incentivar las jubilaciones anticipadas y que ello satisfaga los ajustes que pretende la empresa para reducir su déficit, con lo que no sería necesario “tocar” la plantilla de Melilla, y que el Gobierno de la Ciudad Autónoma “presione” para que, definitivamente el aeropuerto local quede excluido del Plan de Eficiencia. Es por ello que, aunque las negociaciones entre la CSE y AENA se hayan aplazado hasta primeros de septiembre, los trabajadores melillenses no bajarán la guardia en ningún momento y estarán vigilantes a los acontecimientos. La pasada semana, ambas partes retomaron las reuniones para negociar el plan de viabilidad, pero los representantes sindicales consideran que las condiciones de prejubilaciones que ofrece AENA son “inasumibles”. Sobre todo porque la compañía le ha pedido a la CSE derrogar el Acuerdo de Garantías Laborales que se firmó hace poco más de un año y en el que la empresa se comprometía a no ‘tocar’ las plantillas. Punto en el que no están dispuestos a ceder, según dijo Fernández. Lo que ofrece AENA La oferta de la empresa para incentivar las jubilaciones anticipadas es “inasumible” para la Coordinadora Sindical. Al parecer el planteamiento afectaría a los trabajadores de entre 55 y 64 años, con una antigüedad superior a los diez años en la empresa y que no estén acogidos ya a una jubilación parcial. Para ellos ofrecen entre el 70 y 80% del salario fijo, aunque más tarde ofrecieron el 85% de manera lineal a todos los empleados que cumplan estos requisitos. La “trampa” de esta oferta es, para los responsables sindicales, que se dejan fuera el seguro sanitario, el plan de pensiones, el seguro de vida y accidentes y las posibles variaciones del IRPF. Los trabajadores expresaron su disconformidad con los planes de AENA y argumentaron que los traslados no ayudarán a reducir el déficit de la compañía y dijeron no entender que si el horario semanal del aeropuerto melillense no se va a reducir, tendría que pasar lo mismo con sus puestos de trabajo. Así pues, Fernández aseguró que es “clave” negociar un plan de salida “atractivo, pero no a costa de todo”, pues arguyó que la intención última de AENA es preparar la privatización total de la compañía. Por ello, los trabajadores ven fundamental la intervención en el asunto del Gobierno local con Juan José Imbroda a la cabeza.