Un informe de la ONG apunta que los residentes en los CETI de Melilla y Ceuta sufren discriminación con respecto a los inmigrantes que están en Centros de Refugiados.
Un informe de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) apunta que los solicitantes de asilo que se encuentran en Melilla y Ceuta sufren discriminación con respecto a los que están en la península. Según la ONG, no existe ningún tipo de impedimento legal para que este colectivo de inmigrantes pueda viajar desde las ciudades autónomas a la península, pese a lo cual su libertad de movimientos se ve limitada por las autoridades españolas.
El informe de CEAR considera que tanto Melilla como Ceuta presentan problemáticas específicas de gran calado en esta materia por su peculiar situación geográfica. Así, el texto destaca que, coincidiendo con la entrada en vigor de la actual Ley de Asilo, se ha restringido el acceso a la península de los solicitantes de protección internacional admitidas a trámite, cuando la realidad “es que no existe limitación ni exclusión legal alguna que avale tal impedimento de movilidad”. Para CEAR, se trata de una decisión que “violenta” la propia legalidad y supone “un retroceso sin precedentes” en este terreno.
En este punto, CEAR recuerda que la Oficina del Defensor del Pueblo, en contestación a quejas recibidas en relación a esta prohibición de viajar fuera de la ciudades autónomas, determinó que los informes aportados no justificaban que se impidiera la libre circulación por el territorio nacional. Esta posición jurídica fue avalada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, declarando nulas las medidas administrativas de retención.
Pese a todo, la ONG asegura que durante el 2011 continuó esta prohibición de acceso a la península. “Esta postura es el resultado del temor a un posible efecto llamada. Sin embargo, el argumento no se sostiene, máxime cuando los datos del Ministerio del Interior apuntan que el año pasado entraron en ambas ciudades 3.345 personas por vías irregulares, lo cual supuso un incremento del 50% con respecto a 2010, justo cuando más rígida y restrictiva era la política dirigida al colectivo de solicitantes de asilo”, añade el texto de CEAR.
Por otro lado, apuntan que, desde el punto de vista social, existe una discriminación entre los residentes en los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla y Ceuta y los que se encuentran en Centros de Acogida al Refugiado (CAR). “Los CETI, por su carácter atemporal e híbrido, ya que acogen tanto a solicitantes de asilo como a otro tipo de inmigrantes, carecen de recursos para trabajar con ese colectivo en periodos de estancia prolongados”, afirma el documento.
Esta falta de recursos, unida a la saturación que sufren los centros, provoca que muchos de sus residentes presenten “alteraciones de la salud mental, apatía en la participación y hábitos de vida poco saludables”, lo cual desnaturaliza la integración de estas personas.
Las peticiones en Melilla bajaron durante el 2011.
Según el informe de CEAR, un total de 42 personas solicitaron asilo internacional en Melilla durante el 2011, una cifra notablemente inferior a la del pasado año, cuando hicieron lo propio 91 inmigrantes.
Las salidas desde la ciudad autónoma con destino a la península se llevan a cabo por dos vías fundamentales: En régimen de acogida con ONGs o hacia Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE), para su posterior repatriación.
Durante el pasado año, se duplicó la cifra de traslados a CIEs de la península. Según CEAR, todos los lunes, las personas que desean ser expulsadas acuden a la Jefatura Superior de Policía Nacional para solicitar su ingreso en un centro de estas características. Los inmigrantes son conscientes de que en algunos casos no se podrá proceder a su repatriación, por lo se quedarán en la península una vez trascurrido el tiempo máximo de estancia en el CIE. No ocurre lo mismo con los que sí tienen muchas posibilidades de ser devueltos a su país de origen, que no participan en estas “expulsiones voluntarias”.
También se han incrementado las salidas bajo tutela de ONG. Esta opción es preferente para los núcleos familiares que viven en el CETI.
En ambos casos, están excluidas las personas solicitantes de asilo, a las cuales se les informa de que sólo podrán acogerse a la salida programada previa renuncia de su solicitud. Aunque desde octubre de 2011 esta exigencia ha dejado de producirse, “la Policía Nacional se encarga de controlar que entre las personas incluidas en las salidas programadas no se incluya a los que han pedido protección internacional”.
Según la ONG, esta es la principal razón por la que han bajado las peticiones en la ciudad autónoma, aunque también apunta que Melilla nunca ha sido un lugar en el que se formalizara un elevado número de estas solicitudes.