La directora de la Biblioteca Pública leyó el manifiesto que este año hizo hincapié en que las historias sobreviven años y se narran en todos los puntos del planeta.
Un grupo de niños fueron el público que ayer atendió en la entrada de la Biblioteca Pública de Melilla a la lectura del manifiesto que ayer se leyó en todo el mundo por el Día del Libro Infantil. De esta forma, la ciudad se suma con esta actividad y otras que se desarrollarán a lo largo de más de cinco semanas para animar a la lectura y acercar a grandes y pequeños a los libros.
La directora de la Biblioteca, Sonia Gil, fue la encargada de leer un texto escrito por el mexicano Francisco Hinojosa y en el que se describía la importancia y trascendencia que tienen los cuentos en la vida de todas las sociedades del mundo.
‘Había una vez un cuento que contaba todo el mundo’ es el título de este manifiesto en el que se remarca que son muchas las historias que han pasado de generación en generación trasmitiendo valores y costumbres. También se destacó que no hay edad para contar estas historias, pues encandilan a los ancianos, a los niños y a los adultos. Además, en este escrito se remarcó la importancia que tiene leer en voz alta para un público estos cuentos, pues de esta forma se mantiene viva una tradición de miles de años.
Las formas de acceder a estas narraciones han cambiado, pues el acceso a Internet permite leerlos en el ordenador o participar en la historia de otras formas, según se destacó en este manifiesto. Sin embargo, se indicó que no desaparecen estos cuentos porque los verdaderos protagonistas no son las princesas ni los soldados de plomo o los malvados gigantes, sino todos los humanos que disfrutamos con estos textos sin importar la edad, la cultura o el país de procedencia.
La consejera de Cultura, Simi Chocrón, recordó que el día 2 de abril se celebra el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil con el objetivo de conmemorar el aniversario del nacimiento de Hans Christian Andersen, uno de los mejores escritores de historias para niños y jóvenes, como ‘El patito feo’ o ‘El traje nuevo del emperador’.