El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, anunció esta semana que los trabajadores del Centro Asistencial, conocido como la Gota de Leche, pasarán a formar parte de una sociedad pública a partir del 31 de diciembre de 2026. Así lo comunicó en el transcurso de la tradicional Copa de Navidad, celebrada con el personal del centro en el hotel Melilla Puerto, donde se congregaron cerca de 200 empleados.
El anuncio fue recibido con una ovación por parte de la plantilla, que lleva años esperando un paso firme hacia su integración plena en el sistema público. Imbroda, durante su intervención, destacó que, aunque el proceso avanza lentamente, se encuentra en marcha y es irreversible. “La administración es muy lenta, pero va andando”, expresó el presidente, reiterando su compromiso de que estos profesionales dependan directamente de las arcas de la Ciudad Autónoma.
“En la próxima Copa de Navidad, lo celebraremos juntos”, señaló Imbroda, en referencia al futuro inmediato del personal y al progreso del proceso administrativo. El jefe del Ejecutivo local agradeció además a los trabajadores su dedicación diaria y el trato a “los más vulnerables de la sociedad”, en alusión al papel clave que desempeñan en la atención a menores y personas mayores en situación de desamparo o dependencia.
La Gota de Leche, como se la conoce popularmente, es uno de los pilares de la acción social en la ciudad. A través de sus distintos servicios, atiende a cientos de personas en situación de necesidad, por lo que su plantilla constituye un eslabón esencial dentro de la estructura de servicios públicos locales. La transformación de su figura jurídica hacia una sociedad pública permitirá mejorar la estabilidad laboral del personal, así como reforzar el compromiso institucional con la calidad asistencial.
Esta decisión no es completamente nueva. En julio de 2023, la Ciudad Autónoma ya había dado señales claras de su intención de modificar la figura jurídica del centro. Tal como recogió El Faro de Melilla, el Ejecutivo valoraba entonces diversas opciones para facilitar una mayor integración en la estructura pública, entre ellas la constitución de una sociedad instrumental que garantizara seguridad jurídica y mejores condiciones laborales.
La creación de esta sociedad pública representará un cambio significativo no solo en la naturaleza contractual de los trabajadores, sino también en la gestión y planificación de los recursos humanos y materiales del centro. Permitirá, además, un control más directo desde la administración sobre el modelo asistencial que se presta, reforzando así la supervisión institucional y adaptando los servicios a las necesidades reales de la población vulnerable.
El presidente Imbroda no precisó en su intervención los plazos intermedios ni los detalles técnicos del proceso, pero sí insistió en que el compromiso político existe y que ya se han dado pasos importantes para que esta transformación sea una realidad antes de finalizar 2026. En este sentido, animó a los empleados a mantener la ilusión y a confiar en el trabajo del Gobierno local para culminar con éxito esta transición.
El acto navideño se convirtió así en un evento de especial significado. Más allá de la habitual celebración entre compañeros, fue un momento para reconocer públicamente la labor de quienes trabajan en la Gota de Leche y anunciarles que el cambio tan esperado está en camino. Para muchos, el anuncio supone no solo un reconocimiento institucional, sino también un horizonte de mayor estabilidad y seguridad laboral.
Con este paso, la Ciudad Autónoma de Melilla refuerza su compromiso con la protección social y da una respuesta concreta a una demanda histórica del sector asistencial. La cuenta atrás hacia 2026 ya ha comenzado.








