El Hospital del Rey ha acogido en la mañana de este viernes el inicio de la jornada ‘El sistema de transcripción amazige en el alfabeto latino’, un encuentro de carácter internacional organizado en el marco de la Cátedra de la Cultura y de la Lengua amazige impulsada por el Gobierno de la Ciudad. La cita reúne a especialistas que participan tanto de forma presencial como en línea con el objetivo de avanzar en un debate que, según se ha subrayado, conecta investigación, normalización y proyección social de una lengua viva en Melilla.
La consejera de Cultura, Fadela Mohatar, ha enmarcado la jornada como uno de los últimos grandes actos del año del área, destacando que se trata de un encuentro “determinante e importante” dentro de la cátedra y orientado específicamente a “trabajar sobre la lingüística” desde una perspectiva académica y con participación internacional. Mohatar ha agradecido la disponibilidad de los expertos convocados, subrayando que se trata de “fechas difíciles”, pero que aun así han mostrado interés por convertir Melilla en un punto de encuentro científico.
Cátedra amazige
Durante su intervención, la consejera ha incidido en que la cátedra no persigue convertirse en un espacio cerrado o aislado, sino en un marco “normalizado” que concentre investigación y trabajos sobre una cultura que ha definido como “vasta” y “nuclear” para el territorio. En esa línea, ha defendido que la labor académica debe estar en contacto constante con la ciudadanía: no se trata —ha venido a señalar— de “investigar y poner en libros” desde un “departamento estanco”, sino de generar conocimiento que “se esté continuamente mezclándose y rozándose con nuestra sociedad”.
Mohatar ha remarcado además el carácter patrimonial del amazige dentro de la realidad melillense. Ha explicado que la cultura amazige y la lengua forman parte del día a día “en las casas, en las familias, en las tradiciones, en los rituales”, y ha puesto el acento en una idea que ha repetido de forma expresa: se trata de un patrimonio común, al margen de la religión. “No pertenece a ninguna religión”, ha indicado, vinculándolo a una herencia cultural ancestral que convive en la ciudad y que, por tanto, merece protección desde las instituciones.
De la oralidad a la escritura
El director de la cátedra, Mohand Tilmatine, ha explicado que la jornada se centra en un proceso clave: el salto de la oralidad a la escritura, especialmente relevante en un contexto como el de Melilla. “Se trata de coger el tren de la escritura”, ha resumido, defendiendo que la adopción de un sistema gráfico estable ayuda a “inscribirse en la modernidad” y a mejorar de manera notable las condiciones de producción y publicación de materiales relacionados con la lengua y la cultura amazige.
Tilmatine ha apuntado que el trabajo se orienta específicamente al sistema latino, en una línea que ha relacionado con una “perspectiva europea”. Esta dimensión, según ha explicado, no es improvisada, sino que entronca con pasos previos dados por la propia cátedra durante el último año. El director ha insistido en que el objetivo global es la estandarización de la lengua —un término que ha reiterado— y que la jornada busca sumar una nueva “piedra” a un edificio que aspira a consolidarse con continuidad.
Continuidad internacional
Tilmatine ha situado el encuentro de Melilla en una secuencia internacional reciente. Ha señalado que la jornada llega “justo detrás” de una cita similar celebrada en París el 5 de diciembre, lo que, a su juicio, refuerza el carácter coordinado del debate académico y la necesidad de alinear metodologías y objetivos.
Además, ha recordado que en enero se celebró en Melilla otra jornada con la presencia de expertos del Consejo de Europa, concretamente del comité vinculado a la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias. Para Tilmatine, este recorrido evidencia que la ciudad se está situando dentro de un marco de referencia europeo en materia de protección, investigación y normalización lingüística, un posicionamiento que pretende consolidarse con encuentros como el de hoy.
Certificación por niveles
Uno de los puntos que el director ha considerado fundamentales es la posibilidad de acreditar el nivel de los hablantes. Tilmatine ha descrito una dificultad práctica que se repite cuando una institución —una empresa o una universidad, por ejemplo— necesita incorporar a alguien con competencias lingüísticas: hasta ahora resultaba complejo certificar con rigor cuál era el nivel real de manejo del amazige.
La propuesta de trabajo que se impulsa desde la cátedra, según ha explicado, permitiría encajar el aprendizaje y la evaluación dentro de niveles comparables a los de otros idiomas (A1, B1, B2, etc.). En ese marco, la escritura y la estandarización no serían un fin en sí mismos, sino una base para construir herramientas formativas y de evaluación, útiles tanto para el ámbito educativo como para el profesional y el institucional.
El curso A1
En la misma línea, la coordinadora de la cátedra, Salma Halifa Elidrissi, ha detallado el trabajo que se viene realizando desde hace meses para diseñar un curso A1 enfocado al aprendizaje progresivo. Ha explicado que el planteamiento parte del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, con un enfoque centrado en destrezas: comprensión oral, comprensión escrita, expresión oral y expresión escrita.
Elidrissi ha indicado que la intención no es elaborar un tratado teórico, sino un material útil para la enseñanza estructurada, escalable y accesible. Para ello, ha señalado que se ha formado un equipo pedagógico que ha tenido que tomar decisiones y diseñar contenidos con el objetivo de lograr un A1 “muy completo” y que sirva de punto de partida para ir “escalando peldaños”.
La coordinadora ha añadido que el equipo que trabaja en el proyecto es diverso y procede de distintas universidades y centros de investigación europeos, lo que refuerza la dimensión internacional del programa.
Próximos pasos
Preguntada por la fecha en la que la ciudadanía podrá acreditar el nivel, Elidrissi ha indicado que se está trabajando en ello y que la previsión es que se concrete “pronto”, remitiendo para cualquier actualización a la página web de la cátedra, donde se van publicando noticias y anuncios, incluido el lanzamiento del curso cuando esté listo.
También ha aclarado que el curso A1 está pensado para que pueda iniciarse desde cero, sin necesidad de nociones previas. En cuanto a cómo se medirá el nivel, ha reiterado que las pautas para evaluar las destrezas ya vienen marcadas por Europa y que el objetivo de certificar es, precisamente, avanzar “un pasito más hacia una normalización” con criterios claros.
Más financiación
La consejera Mohatar ha aprovechado el acto para anunciar que, de cara al próximo año, se ha incrementado la partida presupuestaria destinada a la cátedra. Además, ha avanzado la intención de vincularla con una universidad, de modo que el proyecto gane estructura, reconocimiento y alcance académico, “a la importancia y al nivel que se requiere y que merece”, según sus palabras.
Mohatar ha agradecido el trabajo realizado por el director, Mohand Tilmatine, y por el equipo técnico, citando también a Salma Halifa Elidrissi por la coordinación y la explicación de los pasos que se están dando.
Por último, la consejera ha enmarcado la jornada en una visión amplia de Melilla como espacio singular por su diversidad cultural. Ha mencionado hitos recientes y celebraciones de estas fechas —incluida la entrada en la red de juderías y las actividades vinculadas a la Navidad— para sostener que la ciudad puede reforzar su papel como referente si impulsa iniciativas “con rigor académico”.
Con la jornada sobre transcripción al alfabeto latino, la Cátedra amazige suma así un nuevo capítulo en su hoja de ruta: investigación, estandarización, enseñanza, certificación y proyección social de una lengua que, como se ha repetido durante el acto, forma parte del patrimonio inmaterial melillense y de la convivencia cotidiana de la ciudad.








