La resolución del Ministerio de Exteriores es, en la práctica, “irrelevante” en la ciudad.
La resolución de 26 de enero de 2012 por la que el Ministerio de Exteriores realiza una encomienda de gestión al del Interior para la expedición de visados en las fronteras exteriores de España, tiene en la práctica una repercusión “irrelevante” en la frontera de Melilla con Marruecos. La razón principal de esta escasa repercusión radica en que el Código de Visados del espacio Schengen excluye, de la posibilidad de expedir visados en las fronteras exteriores de la Unión Europea, a nacionales de algunos terceros países, como es el caso de Marruecos.
Aún así, existen circunstancias excepcionales en las que sí se podría expedir a los marroquíes, en la frontera, visados de validez territorial limitada, siempre que concurriesen razones humanitarias, de interés nacional o por obligaciones de tipo internacional.
No obstante, dada la proximidad del Consulado de España en Nador y la conveniencia de dirigir todos los recursos policiales asignados a la frontera de Melilla al mejor y mayor control de la misma, “no existen por ahora instrucciones de la Dirección General de Policía para habilitar la posible expedición excepcional de cualquier tipo de visados a ciudadanos de terceros países, sean o no nacionales marroquíes”, según informó ayer la Delegación del Gobierno. La resolución aludida no es más que una modificación de una encomienda de gestión anterior, en concreto de 1998, por la que ya se facultaba al del Interior para la expedición en frontera de visados de corta duración.
La Delegación desmintió así “tajantemente” que la nueva resolución vaya a suponer algún cambio en la documentación que se viene exigiendo a los marroquíes para acceder a Melilla y que se restringe a la exclusiva presentación del pasaporte como identificación para los residentes o naturales de Nador.